Europa pone el acelerador
En enero de este año, ya se probó la primera estrategia europea sobre
los plásticos, como un elemento más de transición hacia una economía más circular. Mediante esta estrategia, la Unión Europea pretende que
el reciclaje sea rentable para las empresas. Para ello, se elaborarán nuevas medidas sobre el envasado para mejorar la reciclabilidad de los plásticos e incrementar la demanda de contenido de plásticos reciclados. Como el volumen de plástico recogido será mayor, apostarán por instalar plantas de reciclaje más amplias y con mayor capacidad.
La nueva estrategia quiere frenar los residuos plásticos, tomando como ejemplo la legislación europea que ha reducido significativamente el
uso de las bolsas de plástico. Ahora se centrarán en otros plásticos de un solo uso y en los equipos de pesca, como de hecho ya se anunció a finales de este pasado mes de mayo. Europa también quiere acabar con
la basura marina generada en los mares, mediante medidas que velen por que los desechos generados en los buques o recogidos en el mar no se queden atrás, sino que sean devueltos a tierra para su correcto tratamiento. Por todo ello, se fomentará la inversión y la innovación orientando a las empresas sobre cómo minimizar los residuos plásticos desde su origen. También se incrementará el apoyo a la innovación, con una asignación adicional de 100 millones de euros para desarrollar materiales plásticos más inteligentes y fáciles de reciclar, hacer que los procesos de reciclaje sean más eficientes, y controlar y supervisar las sustancias nocivas y los contaminantes de los plásticos reciclados.
Y es que los datos dejan claro que hay que actuar inmediatamente y de forma contundente. Porque cada año, los europeos generamos 25 millones de toneladas de residuos de plástico, pero menos del 30 % se
recoge para ser reciclado. En todo el mundo, el plástico representa el
85 % de los residuos en las playas. Es más, los plásticos llegan a nuestros pulmones y nuestras mesas, en forma de microplásticos en el aire, el agua y los alimentos, con efectos que todavía son desconocidos para nuestra salud. Aprovechando el trabajo realizado por la Comisión en el pasado, la nueva estrategia de la UE sobre los plásticos abordará de frente esta cuestión.