El asesinato de Laia conmociona Vilanova
La niña, de 13 años, desapareció cuando bajaba del edificio para irse con su padre
Un pueblo consternado. Ese es el estado en el que se encontraba ayer la localidad de Vilanova i la Geltrú, tras el asesinato de Laia A.L., de 13 años, cuyo cadáver fue encontrado la noche del lunes en el primer piso de un bloque de la avenida de Cubelles donde residían también sus abuelos paternos. La policía local de Vilanova ha detenido a un hombre de 42 años acusado de la retención y asesinato de la menor, quien ayer fue conducido al lugar de los hechos para realizar una reconstrucción de lo sucedido. Las actuaciones judiciales han sido declaradas secretas, a la espera de la autopsia.
La división de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra, que se ha hecho cargo de la investigación, ha revelado que el cadáver de la niña presentaba cortes posiblemente causados con un cuchillo. Ayer se cerraron todos los accesos a la vivienda para practicar la reconstrucción de los hechos. Vecinos de las calles próximas no cesaron de gritar “asesino” al detenido, sobre el que pesa una denuncia por amenazas leves de su exmujer. De este hombre ha trascendido que está vinculado familiarmente con la asociación de los Tres Tombs de Vilanova.
Como cada día, el pasado lunes los abuelos de Laia fueron a recogerla a las cinco de la tarde a la salida del colegio, la Escola Pia, donde cursaba 6.º de Primaria. Y los tres se dirigieron a su domicilio en la cercana avenida de Cubelles. A las 18.51 horas el padre de Laia se disponía a recoger a la niña en coche y, mientras estacionaba, llamó a sus abuelos para que esta bajara a la calle. Al ver que la menor se retrasaba mucho, preguntó por el interfono a sus padres, quienes le confirmaron que la menor ya había salido. En ese momento empezó una dramática búsqueda que acabó con el peor de los desenlaces.
El padre, su pareja, dos tíos de la niña, la policía local y los Mossos d’Esquadra se unieron a la desesperada búsqueda, recurriendo a las redes sociales para pedir la colaboración ciudadana, difundiendo imágenes de Laia y colgando carteles.
Inicialmente se pensó que la niña hubiera podido esconderse, pero la inspección a fondo del piso de los abuelos fue infructuosa. Tras recorrer puerta a puerta todo el bloque y hablar con todos los vecinos donde residen los abuelos, dos tíos de la niña –un hermano del padre y uno de la madre– recelaron de la actitud del vecino del primer piso puerta primera, que tardó en abrirles y les recibió con una toalla saliendo de la ducha.
Según el relato de lo sucedido por parte de los Mossos d’Esquadra, las sospechas hicieron que ambos tíos regresaran a esa vivienda unos minutos más tarde y, ante el hecho de que volvió a tardar mucho en abrirles la puerta y a sus “incongruencias”, uno de ellos decidió entrar “con coraje”. En la única habitación cerrada encontró el cuerpo sin vida de Laia bajo un colchón.
Los puñetazos e insultos que recibió el presunto asesino por parte de los familiares de Laia y el tumulto vecinal que se originó tras conocerse la tragedia alertó a la policía local, cuya comisaría se encuentra muy cercana, y acabaron deteniendo al citado vecino.
El Ayuntamiento de la capital del Garraf ha decretado tres días de duelo oficial y suspendiendo las actividades previstas para ayer, como la celebración del día mundial del Medio Ambiente o la inauguración de las pistas de atletismo.
Más de un millar de vecinos se concentró ayer en la plaza de la Vila para mostrar su repulsa por este asesinato y en apoyo a la familia. Una emocionada Neus Lloveras, alcaldesa de Vilanova, dijo que “la plaza de la Vila se ha llenado de silencio porque no tenemos palabras”. Lloveras declaró que la ciudad se ha quedado “muy tocada, triste y enfadada”, y que lo que ha sucedido “no lo podemos entender”. En el balcón del Ayuntamiento, desde donde se priorizó
La actitud del detenido hizo sospechar a los familiares de la menor, que decidieron entrar en su piso por la fuerza
la atención a los familiares y a la escuela de Laia, se colgó un crespón negro mientras en el monumento de la plaza de la Vila en homenaje al indiano Josep Tomàs Ventosa se depositaban flores, velas y cartas dedicadas a la menor. Por la tarde se celebró una concentración convocada por diversos colectivos ciudadanos.
Desde la comunidad educativa de la ciudad y desde todas las fuerzas políticas también se sucedieron las muestras de condolencia. Desde Save the Children se recordó ayer que “al menos diez menores han muerto este año por causas violentas”.