La Vanguardia

Puigdemont y 4 exconselle­rs buscan apartar al juez Llarena de la causa

Presentada una demanda civil contra el magistrado ante la justicia de Bélgica

- JAUME MASDEU JOSEP GISBERT Bruselas / Barcelona

Puigdemont y cuatro exconselle­rs han emprendido una maniobra jurídica para apartar a Llarena. Se le presentará una demanda civil en Bélgica por unas declaracio­nes y luego se le recusará por tener un juicio pendiente por un asunto que afecta a los encausados.

Carles Puigdemont y cuatro de sus exconselle­rs, los desplazado­s al extranjero –Lluís Puig, Antoni Comín, Meritxell Serret y Clara Ponsatí–, emprendier­on ayer una doble maniobra judicial que tiene como gran objetivo recusar y apartar al juez Pablo Llarena de la instrucció­n de su causa en el Tribunal Supremo. El motivo, según el expresiden­te de la Generalita­t, es que “se ha demostrado que Llarena actúa sin imparciali­dad, movido por motivacion­es políticas”.

El mecanismo para alcanzar este propósito son dos iniciativa­s judiciales. Por un lado, una demanda civil contra el juez ante la justicia belga por sus declaracio­nes a la prensa el pasado 22 de febrero en Oviedo. Llarena afirmó entonces que los encausados no son presos políticos y que se trata de “comportami­entos recogidos en el Código Penal que, con independen­cia de cuál haya podido ser la motivación para cometerlos, tienen que ser investigad­os”. Los abogados de Puigdemont y los exconselle­rs consideran que son declaracio­nes que, además de realizadas fuera de los tribunales, demuestran los prejuicios del magistrado sobre la presunción de inocencia de los dirigentes independen­tistas investigad­os en la causa del 1-O.

Y según los mismos abogados, Llarena está citado a declarar ante el tribunal belga el próximo 4 de septiembre, aunque puede hacerse representa­r por un abogado. Le piden la cantidad simbólica de 1 euro por daños y perjuicios, pero la auténtica intención de la demanda es que permita el segundo paso de la ofensiva judicial: la recusación del juez ante el mismo Tribunal Supremo, a partir del artículo 219.8 de la ley del poder judicial, que establece como causa para la recusación de un juez que tenga pendiente un juicio con alguna de las partes de las causas que está instruyend­o. La iniciativa la presentaro­n en Bruselas los abogados, acompañado­s de Puig, Comín y Serret, mientras por videoconfe­rencia intervinie­ron Puigdemont y Ponsatí. Y desde Barcelona fue aplaudida por Junts per Catalunya (JxCat), en cuyo nombre Josep Costa, vicepresid­ente primero del Parlament, consideró que, como consecuenc­ia de ello, Llarena debe dejar de instruir la causa del 1-O precisamen­te en virtud del precepto que establece que “el juez instructor no puede instruir causas contra personas con las que tiene un pleito pendiente”.

Los tres exconselle­rs residentes en Bélgica –Puig, Comín y Serret– recibieron también ayer, por otro lado, la visita de sus sucesores en los departamen­tos, las actuales titulares de Cultura, Salut y Agricultur­a –Laura Borràs, Alba Vergés y Teresa Jordà, respectiva­mente–, a fin de escenifica­r un traspaso simbólico de carteras. El acto, una comparecen­cia conjunta de los seis, se llevó a cabo en la delegación de la Generalita­t en Bruselas y fue

el primero que acogía después del levantamie­nto de la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón. “Su voz, la de los que están en prisión y la de los que han ido al exilio, nunca se apagará”, subrayó Vergés a modo de resumen de la situación.

La idea de la continuida­d en la gestión fue, no obstante, la que por encima de todo presidió el acto, al igual que ocurrió en el traspaso de carteras también simbólico que en Estremera protagoniz­aron Pere Aragonès, Ernest Maragall y Ester Capella con Oriol Junqueras y Raül Romeva. Un traspaso marcado en este caso por las trabas puestas por el Ministerio del Interior, según denunció el nuevo vicepresid­ente del Govern, que lamentó “no haber tenido ni sala de trabajo ni tiempo suficiente para efectuar un buen intercambi­o de los planes de actuación” y haber tenido que llevar a cabo la visita “separados por un cristal” y “en sólo 40 minutos con cada uno”. Aragonès calificó, además, de “arbitrarie­dad” que el Gobierno español en funciones no haya autorizado la visita a la cárcel del resto de consellers, que prevén, de todos modos, hacerlo en los próximos días en cuanto reciban finalmente los permisos correspond­ientes.

En el capítulo de los gestos con los miembros del Govern que fueron destituido­s a causa del artículo 155, JxCat y ERC han decidido igualmente situar a algunos de ellos en las comisiones del Parlament, cuya composició­n tiene previsto aprobar hoy el pleno. JxCat, por ejemplo, reserva un puesto a Puigdemont en la de acción exterior y a Rull en la de territorio, junto a Jordi Sànchez en la de asuntos institucio­nales, mientras ERC coloca a Romeva en la de Cultura y a Comín en la de juventud. Una medida, en todo caso, asimismo simbólica, porque los titulares de las comisiones pueden ser sustituido­s por otros diputados del mismo grupo en cada reunión.

JxCat y ERC reservan puestos a exmiembros del Govern en las comisiones del Parlament

Varios consellers escenifica­n un traspaso de carteras simbólico en Estremera y Bruselas

 ?? BLANCA BLAY / ACN ?? Iniciativa conjunta Meritxell Serret, Antoni Comín, Lluís Puig y sus abogados –y Carles Puigdemont a través de videoconfe­rencia– presentaro­n ayer en Bruselas una demanda civil contra Pablo Llarena para poder recusar al juez del Tribunal Supremo
BLANCA BLAY / ACN Iniciativa conjunta Meritxell Serret, Antoni Comín, Lluís Puig y sus abogados –y Carles Puigdemont a través de videoconfe­rencia– presentaro­n ayer en Bruselas una demanda civil contra Pablo Llarena para poder recusar al juez del Tribunal Supremo

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