Colau plantea acuerdos con el PSC y ERC ante el nuevo marco político
Collboni no se cierra a pactos puntuales, pero recuerda que se les echó del gobierno municipal
Después de que la alcaldesa Ada Colau, durante los últimos meses, tachase periódicamente al PSC de antidemocrático por el apoyo a la aplicación del artículo 155 y una y otra vez cargara duramente contra ERC por el “partidismo” que lo llevaba a pensar más en las elecciones que en el bien de la ciudad, ayer enterró sus críticas de una tacada y, como si nada hubiera pasado, planteó la posibilidad de llegar a acuerdos con las dos formaciones. Abogó por establecer una relación “prioritaria” tanto con PSC como ERC hasta el punto de que no aclaró a preguntas de los periodistas si estaba abriendo la puerta, incluso, a que se incorporasen al gobierno local.
“Todos estamos en la obligación de dejar los intereses partidistas, acabemos con la política de bloques”, manifestó Colau en una comparecencia para valorar la actualilista dad política. La primera edil dijo que la presidencia de Pedro Sánchez –que calificó de “cambio esperanzador”– y la formación de Govern en Catalunya tras “muchos meses difíciles y de dolor” lo ha cambiado todo. Un cambio que implica una apuesta por el “diálogo” que ella ofrece desde el Ayuntamiento a las dos administraciones y que, apuntó, espera que también se imponga en el Consistorio.
Colau necesita un poco de aire en forma de aliados después de que en los últimos meses no hayan prosperado apuestas capitales de su gobierno como la multiconsulta, la unión del tranvía por la Diagonal, la funeraria pública, la nueva ordenanza de civismo... O cuestiones técnicas, como la nueva contrata de basuras. Fracasos de un gobierno municipal sumergido en una soledad completa que trata de sobrevivir ante una oposición cansada, apuntan ellos, de la falta de diálogo de Colau y de sus palos de ciego.
“Siempre hemos querido hacer acuerdos lo más estables posibles tanto como ERC como con el PSC”, insistió la alcaldesa, que aseguró que si en noviembre partió peras con los socialistas fue porque en ellos mandaba “un alma que se alineó con la tesis más duras del PP y de Ciudadanos”, pero que en cambio ahora, a raíz de la presidencia de Sánchez y el pacto que lo ha hecho posible, en el Partido Socia- manda un “alma progresista”.
La alcaldesa de Barcelona fue una de las asistentes como público a la sesión del Congreso del pasado viernes en la que Mariano Rajoy perdió la presidencia y la ganó Pedro Sánchez. La imagen de Colau en Madrid fue ampliamente compartida en diversos grupos de WhatsApp de militantes y dirigentes socialistas, casi tanto como la crítica contra ella por hacer con su presencia en el hemiciclo de alguna manera suyo aquel acuerdo, después de haber echado del gobierno de la ciudad a los socialistas. La presencia molestó: han pasado varios meses desde que Colau expulsó al PSC del ejecutivo local pero todavía no se ha digerido en filas socialistas (ni en sectores de los propios comunes).
“Ahora se ve más claro que nunca el error que cometió Colau cuando rompió el acuerdo de gobierno por presiones de los independentistas”, valoró el líder del PSC en el Ayuntamiento, Jaume Collboni, a los pocos minutos de que la alcaldesa de Barcelona lanzara su declaración de amor en el marco de la comparecencia política general donde “diálogo”, “acuerdo”, “cambio” y “fuerzas progresistas” fueron las palabras más repetidas. Sobre la posibilidad de volver al gobierno municipal, Collboni indicó que el “marco ha cambiado” y que el papel actual del PSC en el de una oposición constructiva, aunque no descartó poder llegar a “acuerdos puntuales”.
“Esquerra Republicana nunca se ha cerrado a hablar con nadie y siempre lo hemos hecho poniendo a Barcelona en el centro. Pero el problema de la ciudad y su gobierno es de falta de proyecto”, señalaron fuentes de los republicanos.
AHORA YA NO
Collboni indica que el “marco ha cambiado”, aunque no se cierra a acuerdos puntuales
CUESTIÓN DE FONDO
Desde el grupo que lidera Bosch se incide en la “falta de proyecto” de los comunes