La amenaza iraní
Teherán anuncia que podría enriquecer uranio en la central de Natanz
Teherán ha decidido responder con la misma moneda a la decisión de Trump de salirse del pacto nuclear y advierte que está listo para enriquecer uranio en el mismo instante en que el acuerdo –del que todavía forman parte el resto de los países firmantes– se rompa.
Irán se prepara para volver a enriquecer uranio. Así se lo ha comunicado al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU. La carta que el lunes enviaron las autoridades iraníes señala la intención de preparar la central nuclear de Natanz para que albergue centrifugadoras de última generación. Éstas se pondrían en marcha en caso de que se hunda el acuerdo sobre el programa nuclear.
Estados Unidos se retiró de este acuerdo el mes pasado y los países europeos luchan por salvarlo. Firmado en el 2015 por Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China, además de Irán y EE.UU., el pacto bloquea el acceso de la república islámica a la bomba atómica a cambio de relajar las sanciones económicas contra ella.
La Administración Trump, sin embargo, considera que los términos en los que está redactado no garantizan que Irán no siga trabajando para conseguir la bomba. Por eso, el presidente Trump se retiró del acuerdo y anunció nuevas sanciones, que afectarán de pleno a las empresas europeas que habían empezado a hacer negocios con Irán.
Estados Unidos complace así a Israel y Arabia Saudí, principales rivales de Irán en la región.
Precisamente, el primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, se entrevistó ayer en el Elíseo con el presidente francés, Emmanuel Macron. El objetivo de la visita –como la que efectuó la víspera a Berlín y hoy a Londres– es convencer a estos tres países para que rompan el acuerdo nuclear con Irán, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos. Como aperitivo, antes de verse con Macron, Netanyahu publicó dos tuits en los que recordó la afirmación del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, el domingo, en la que “declaró su intención de destruir el Estado de Israel”. “Ayer explicó cómo hacerlo –prosiguió el premier–, con un ilimitado enriquecimiento de uranio para producir un arsenal de bombas nucleares. No nos sorprende. No permitiremos que Irán logre armas nucleares”. Francia es el país europeo –y el tercero del mundo– con una mayor comunidad judía después del propio Israel.
Jamenei ordenó preparar la central de Natanz, la más importante del país. Los trabajos que se han iniciado permitirán montar las centrifugadoras “en cuestión de semanas” si el acuerdo nuclear fracasa. La intención es volver a producir uranio hexafluorado (UF6), un ingrediente esencial de la bomba atómica.
El acuerdo nuclear permite a Irán enriquecer uranio hasta en un 3,67%, muy lejos del 90% que se necesita para producir una bomba atómica.
Hasta el momento, la OIEA ha verificado que Irán cumple con los términos del acuerdo. Preparar Natanz de cara a una futura instalación de las centrifugadoras no lo viola. En los sótanos de esta central llegó a haber hasta 50.000 centrifugadoras cuando Irán trabajaba para construir la bomba.
Las autoridades iraníes insistieron ayer que no tienen intención de romper el acuerdo. No está claro, sin embargo, cómo las empresas europeas van a resistir la presión de EE.UU. para que abandonen el país. Varias lo han hecho ya. Esto agravará la crisis y será una losa sobre la maltrecha moral de los iraníes. Lo que busca EE.UU. es endurecer las condiciones de vida de la población y animarla a una revuelta que acabe con el régimen de los ayatolás.
Netanyahu insiste en el Elíseo en que Francia debe romper el acuerdo nuclear, como ha hecho EE.UU.