De los papeles de Salamanca al 155
“¡Mañana vamos a parar este país!”, anunció feliz el pasado 7 de marzo. Y, al día siguiente de la masiva huelga feminista del 8-M, se reconoció pletórica: “¡Si hubiera sido un terremoto, el epicentro habría sido España!” La cordobesa Carmen Calvo (Cabra, 1957) asegura lucir con orgullo las medallas de muchísimos años de combate feminista. Y ahora asumirá, en primera persona, la promesa de Pedro Sánchez de recuperar el Ministerio de Igualdad si llegaba a la Moncloa. Pero impulsar políticas de igualdad entre hombres y mujeres, e impregnar de feminismo toda la acción que pueda desarrollar este nuevo ejecutivo, será sólo una parte de la ingente labor que se le viene encima. Calvo será la vicepresidenta única del gobierno y ministra de la Presidencia, además de ministra de Igualdad. Su papel, por tanto, se asocia a la figura de María Teresa Fernández de la Vega en los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. La actual secretaria de Igualdad del PSOE ya fue ministra, precisamente, con Zapatero, entre el 2004 y el 2007. Y como ministra de Cultura fue la encargada de devolver aquellos famosos y polémicos “papeles de Catalunya” que expolió el franquismo y que se guardaban en el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. Pero su trayectoria política ya venía de lejos, y fue Manuel Chaves, entonces presidente de la Junta de Andalucía, quien en 1996 la incluyó como independiente en las listas socialistas al Parlamento andaluz y quien ese mismo año la sentó en su gobierno, como consejera de Cultura. Un cargo que ya desempeñó hasta el 2004 en que llegó a Madrid. Tras salir del ejecutivo de Zapatero, fue vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados con el recientemente fallecido Manuel Marín. Doctora en Derecho Constitucional, diseñó luego desde la Fundación Alfonso Perales una propuesta federalista para España. Y, ya integrada en el equipo de Sánchez en el PSOE, fue la encargada de acordar con el gobierno de Mariano Rajoy el alcance de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya.
Partidaria del modelo federal y feminista, su papel se asemejará al de De la Vega con Zapatero