Llega la transición energética
Teresa Ribera (Madrid, 19 de mayo de 1969), licenciada en Derecho, funcionaria del Estado, logra lo que anhelaba su mentora Cristina Narbona: reunir las competencias sobre energía y cambio climático en un ministerio. Ambas políticas serán la misma. No es posible combatir el calentamiento sin un modelo de energía limpio. Persona de reconocida solvencia, su influencia ganó enteros en las cumbres del clima de la ONU; su nombre se barajó entre los candidatos a ser nombrada secretaria ejecutiva del convenio de Cambio Climático de la ONU. Tras dejar el gobierno con el PSOE, fue elegida directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Institucionales, relevante centro de estudios que asesora al gobierno francés en materia de medio ambiente. El Castor fue el episodio más doloroso en su carrera. Como secretaria de Estado, le tocó firmar en el 2009 la declaración de impacto ambiental del almacén de gas Castor, cuya puesta en marcha (sin una evaluación sísmica) derivó en más de un centenar de movimientos sísmicos frente a Castellón. No obstante, es ajena al pacto ejecutado por el PP –pero acordado por el PSOE– que indemnizó con 1.350 millones de euros a Escal (ACS). Amplios sectores –también las oenegés ecologistas– la ven como la persona capaz de pilotar la transición energética en España.