La mayoría de encantes de Sant Antoni secunda el cierre contra el nuevo horario
La tensión crece entre los encantes del remozado mercado de Sant Antoni. Alrededor de dos terceras partes de los ciento y pico comercios de ropa y complementos del nuevo recinto no levantaron ayer sus persianas para manifestar su oposición a cualquier ampliación de horarios. Muchos de los comerciantes que fueron a trabajar mostraron su indignación con la protesta, la calificaron de boicot, de chantaje y de suicidio comercial.
Los encantes de Sant Antoni siempre cerraron los martes, los jueves y los domingos, y los del fresco como en el resto de mercados. Una de las razones de estos horarios era que los responsables de los encantes tenían que montar y desmontar sus puestos cada día. Pero la remodelación del mercado, que supuso nueve años de obras y 80 millones de euros de inversión pública, mejoró las condiciones de trabajo. El Ayuntamiento de Barcelona pidió a los encantes que abrieran todos los días laborables durante las dos últimas semanas, durante los días posteriores a la inauguración del equipamiento. Pero la mayoría no está dispuesta a prolongar este esfuerzo una tercera semana, tal y como acaba de pedirles el Consistorio. Dicen que no pueden más, que de este modo no pueden atender a sus familias.
Quienes ayer sí abrieron sus puestos aseguraron que no hay modo de convertirse en un auténtico mercado de ciudad y del área metropolitana cerrando martes y jueves. “¿Tú crees que alguien que venga de Molins de Rei y se encuentre nuestras paradas cerradas volverá otro día? Tenemos que plantear estrategias conjuntas, y no lo estamos haciendo. De este modo desaprovecharemos una inversión multimillonaria. No podremos competir ni con Amazon ni con los centros comerciales”.