Bilbao aprueba el plan para limitar el uso del automóvil en sus calles
Una reacción integral para un objetivo ambicioso. El Ayuntamiento de Bilbao presentó ayer su Plan de Movilidad y Sostenibilidad que establece los 30 km/h como velocidad máxima en casi todas las vías de la ciudad, permitirá controlar el acceso de vehículos al centro cuando haya episodios de alta contaminación e incentivará el uso de la bicicleta y el transporte público. La herramienta, que se lleva elaborando desde el 2015, surge a doce años vista y pretende rebajar las emisiones a la mitad para el 2030.
Una de las iniciativas es la reducción de la velocidad máxima a 30 km/h en el 87% de las calles, que será efectiva a partir del 30 de junio. Sólo en 75 de las 577 vías de la capital vizcaína se permitirá circular a un máximo de 50 km/h. El Consistorio recurrirá a los radares como herramienta para garantizar el “cambio en la filosofía de movilidad”. “Es una medida sin parangón en Europa”, dijo el concejal Alfonso Gil, en referencia al amplio alcance de la limitación de la velocidad.
El Ayuntamiento ha renunciado al peaje a los coches para acceder a la ciudad pero contempla un sistema de control de entrada en episodios de alta contaminación, situación que sólo se ha dado una vez, en el 2016. El plan pretende reducir el número de vehículos que circulan por la villa y apuesta por la bici, el transporte público y el ir a pie. “No queremos que la gente venga a Bilbao en coche privado; cada día entran 20.000 conductores que tienen una parada de metro a menos de 300 metros de casa”, indicó Gil.
La ciudad incentivará a los funcionarios municipales y trabajadores de empresas privadas para que utilicen la bicicleta. El Ayuntamiento contactará con las entidades de más de 50 empleados para que fomenten el uso de este medio de transporte a través de ayudas para la adquisición de bonos o mediante restricciones en sus aparcamientos privados.
El plan afectará también a los semáforos, cuya duración se adecuará para agilizar el transporte público y dará más tiempo a los peatones. Los coches tendrán que esperar más. Se mejorarán a su vez la conectividad por la calzada para los ciclistas y los carriles bici tanto en el interior de la ciudad como en sus conexiones con los municipios del extrarradio y las bicicletas eléctricas se pondrán en marcha a partir de septiembre. “La bici debe ser el segundo medio de transporte en Bilbao, sólo superado por el zapato”, insistió Gil. Otro marco de actuación será la perspectiva de género después de que el Ayuntamiento haya detectado una “profunda desigualdad” en el empleo del transporte público: casi el 70% de los usuarios de Bilbobus son mujeres.