El Síndic alerta de los conflictos ambientales
Ribó apunta un aumento de casos en los que se produce un choque de intereses y reclama una ley de ordenación del territorio
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, detecta un incremento de la conflictividad en materia ambiental como consecuencia de la presión urbanística y, por tanto, reclama a las administraciones que se impliquen de una forma más proactiva en la preservación y sostenibilidad del territorio, En este sentido, el ombudsman catalán se muestra partidario de la aprobación de una nueva ley de ordenación del territorio que permita regular en la dirección de reducir el número de conflictos.
Ribó formuló esta reclamación durante la presentación al Parlament de Catalunya del informe El aumento de los conflictos en materia ambiental y urbanística en Catalunya. En él, el Síndic advierte que, a pesar de que el sector de la construcción no se ha recuperado del todo de los efectos de la crisis, que provocaron una caída en picado de la actividad, “vuelven a existir “suficientes indicios como para pensar que la tendencia urbanizadora seguirá al alza”. Por ello, pide al Parlament que se apruebe con “carácter urgente” una ley de ordenación del territorio y que se mejore la transparencia y la información en las materias que son causa de conflicto, sobre todo porque en los últimos años se ha generalizado la aparición de plataformas ecologistas y vecinales que demandan una mayor participación ciudadana en la ordenación territorial.
El informe clasifica diversos tipos de conflictos a partir de algunos casos que se han dado en los últimos años. En primer lugar, señala los generados por instrumentos de planificación urbanística y territorial, como los que han surgido en torno al aeródromo del Bages, el proyecto de una gran complejo de ocio y turístico en Tarragona (el antiguo BCN World) o el Plan Director Urbanístico de la Gran Via de L’Hospitalet.
En segundo lugar, Rafael Ribó se refiere a los conflictos generados por déficits en la planificación y la gestión del entorno natural, como los que están vinculados a recortes presupuestarios en la gestión de espacios naturales, la pérdida de suelo agrícola en el Parc Agrari del Llobregat, el bloqueo del parque natural Muntanyes de Prades y los depósitos salinos de Sallent. También son motivo de reflexión por parte del Síndic los conflictos que tienen su origen en la falta de control efectivo de la contaminación, como los causados por los purines, la polución que afecta al Camp de Tarragona o las actividades extractivas mineras. Finalmente, Ribó analiza los conflictos generados por la planificación energética, como los que tienen por escenario los nuevos parques eólicos de la Terra Alta y el Baix Camp, la línea de muy alta tensión (MAT) o el gasoducto MidCat.
El Síndic de Greuges plantea que, por el bien de las futuras generaciones, se tenga en cuenta la “alternativa cero”, es decir, la no intervención urbanística en el territorio y que los poderes públicos valoren el “principio de cautela para preservar el medio ambiente de daños de reparación difícil o imposible”.
El ‘ombudsman’ catalán echa en falta una mayor implicación de las administraciones en la preservación