El portero sabía que estaba mal, pero no sabía lo mal que estaba
El comunicado del hospital General de Massachusetts sobre Loris Karius demuestra que el portero sabía que estaba mal tras recibir la agresión de Sergio Ramos. Pero no sabía lo mal que estaba porque, de haber sido consciente de los efectos del golpe, hubiera pedido el cambio.
Karius fue diagnosticado de una conmoción cerebral el jueves 31 de mayo, cinco días después del suceso, a partir de “los síntomas subjetivos que ha dicho tener ahora e inmediatamente después del contacto [con Ramos]”, precisa el comunicado. No se sabe qué síntomas explicó exactamente Karius a los médicos. Pero las consecuencias de una conmoción cerebral suelen incluir una merma de facultades en la toma rápida de decisiones (lo que explicaría el surrealista gol de Benzema) y un déficit de la capacidad de coordinación (lo que explicaría también el último gol de Bale).
Cualquier futbolista con una conmoción cerebral debería ser sustituido para evitar el riesgo de un segundo impacto antes de haberse recuperado del primero, explica Joaquim Enseñat, jefe del servicio de neurocirugía del hospital Clínic. Este segundo impacto podría tener consecuencias extremas, incluidas el coma y la muerte. En el caso de Karius, al no haber perdido el conocimiento, nadie reparó en que tenía una conmoción cerebral hasta después del partido, cuando apareció el llamado síndrome postconmocional, que puede incluir mareos, dolor de cabeza, dificultad de concentración y problemas de coordinación. Este síndrome puede prolongarse durante semanas o incluso meses, pero se resuelve con tiempo y descanso sin dejar secuelas.
El diagnóstico de los médicos de Massachusetts supone pues una excelente noticia para los dos protagonistas de la acción. Para Loris Karius, porque le exculpa de lo que parecían errores garrafales y le permitirá reanudar su carrera como si nada –o casi nada– hubiera pasado. Y para Sergio Ramos porque le confirma como el verdadero man of the match (lo siento, Gareth), el gran estratega que, cobrándose las piezas de Salah y Karius, noqueó al Liverpool.