La UE reducirá el coste de las llamadas internacionales
La Comisión y el Consejo negocian reformar el código de telecomunicaciones
Un año después de que desaparecieran los sobrecostos del roaming, los gastos de itinerancia pagados por las llamadas durante los desplazamientos a otro país de la Unión Europea, es el momento de reducir otros costes, los de las llamadas internacionales en Europa. Es lo que se estaba negociando en la noche de ayer, conversaciones aún sin terminar al cierre de esta edición, entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea, la reforma del código de las telecomunicaciones, que incluye una rebaja de estos gastos.
En concreto, se barajaban tres opciones. Una, la que parecía contar con más posibilidades, sería la de introducir un tope máximo de 19 céntimos por minuto en estas comunicaciones entre distintos países europeos. Una segunda posibilidad pasaría por añadir un coste de 3 céntimos por minuto al precio de la llamada nacional. Y la tercera sería la de cargar el coste de la llamada nacional, más el sobrecoste que tenga el operador por esta comunicación internacional, es decir que pueda cargar lo que le cobra la compañía del otro país por el servicio. Si, como parece, se opta por la opción de fijar un tope, los expertos advierten de la tentación que pueden tener los operadores de acercarse mucho a este montante. Un flujo hacia el precio máximo que la ley permita.
La idea inicial de fijar un tope no formaba parte de la propuesta de la Comisión Europea. Ha sido el Parlamento quien, animado por el éxito de la eliminación del gasto del roaming, ha batallado para intentar conseguir eliminar la diferencia entre llamada nacional e internacional dentro de la Unión Europea. Este objetivo como tal se ha demostrado demasiado ambicioso, y aunque aún habrá diferencias bajará el costo de estas llamadas.
En la reforma del paquete de telecomunicaciones hay otros aspectos transcendentales para el futuro de las comunicaciones y el despliegue del 5G en Europa. Por un lado, un acuerdo provisional alcanzado el 2 de marzo, que ahora hay que ratificar, permitió un avance substancial en este despliegue. Se fijaron las dos bandas de frecuencias que en toda la Unión Europea quedarán libres destinadas exclusivamente al 5G. Se trata de la banda 3,6 GHZ y 26 GHz, y tendrán que quedar liberadas antes de finales del 2020. Son las autopistas por donde circulará el 5G.
Por otro lado, también se han dado pasos para animar a las empresas a realizar las inversiones millonarias que serán indispensables para este despliegue del 5G. La Comisión Europea calcula que será necesaria una inversión de más de 500.000 millones de euros en una década, una inversión imposible de asumir desde el sector público. Para facilitar la entrada de capital privado se toman medidas en dos direcciones. Una es estimular la coinversión, la cooperación entre empresas rivales en estos proyectos. Se puede conseguir reduciendo la regulación en caso de que operadores rivales inviertan conjuntamente en proyectos de muy alta capacidad y facilitando a los operadores más pequeños la participación en proyectos de inversión. Además para garantizar un horizonte de estabilidad a las empresas, la duración de las licencias será de 20 años.
500.000 MILLONES
Es la inversión que habrá que hacer en una década para el despliegue del 5G
LICENCIAS PARA 20 AÑOS
La CE busca vías para incentivar la inversión privada y licenciará el espectro por 20 años