Las protestas siguen en Jordania pese al cambio de primer ministro
Las protestas siguen llenando las calles de Jordania pese a haber forzado la dimisión del primer ministro, Hani al Mulki. Los sindicatos jordanos aseguraron ayer que los paros y manifestaciones seguirán hasta que el nuevo gobierno, que dirige Omar al Razaz (hasta ahora ministro de Educación), retire la polémica reforma tributaria cuyo rechazo ha provocado la semana de protestas más duras desde el 2011, que han acabado con la detención de unas 60 personas.
Aunque ayer perdió fuerza la huelga general (la segunda en una semana) porque ya hay nuevo Gobierno, muchos establecimientos cerraron y algunos hospitales hicieron paros en la capital del país, Ammán. Por la noche, centenares de ciudadanos salieron a las calles y fueron reprimidos por la policía. “No queremos un cambio de nombres, queremos un cambio de política”, decía uno de los lemas. “Devolved los subsidios del pan”, reclamaba otro.
Al Razaz ha recibido el encargo del rey Abdulah II (quien le designó primer ministro) de frenar la reforma tributaria y ralentizar la subida de precios que tanto malestar ha causado entre la población. El rey animó al nuevo primer ministro a iniciar el diálogo con políticos, sindicatos y sociedad civil para desencallar la situación.
El anterior gobierno de Al Mulki justificó las medidas de austeridad por las exigencias del FMI, que instaba al país a reducir el déficit y la deuda pública (que llega al 95% del PIB). Entre las medidas más polémicas había una modificación del impuesto de la renta, que quería aumentar el número de contribuyentes un 6% (rebajando el umbral de ingresos exigido para pagar ese impuesto), la introducción de un impuesto indirecto del 16% a los bienes de consumo o la retirada de los subsidios a productos básicos como el pan. Según Al Muliki, estas medidas deberían aumentar los recursos destinados a servicios públicos y reducir las desigualdades sociales. Sin embargo, la población las ha considerado una amenaza a su bienestar.
Al Razaz deberá calmar los ánimos. Este exministro de Educación cuenta con un doctorado en Planificación Urbanística y Economía en Harvard y experiencia como director del Banco Mundial en el Líbano y Estados Unidos. Se mostró contrario a la reforma tributaria desde el principio pero fuentes del Gobierno aseguran que Al Razaz acabará aplicándola igualmente aunque de forma más gradual.