MIL Y UNA FORMAS DE DOMINAR EL AGUA
El agua termal que se utiliza en las instalaciones de Caldea e Inúu emana a más de 70 ºC en una fuente natural cercana. La clientela que se acerca al termolúdico la disfruta a unos confortables 33 ºC. En ese proceso, además, se filtra y desinfecta para mayor seguridad de los visitantes. La energía térmica que se genera al enfriar el agua se reaprovecha para climatizar los espacios y el agua sanitaria (la de las duchas y los lavabos, que procede de la red general).
Pero estar en un espacio lleno de agua tiene una contrapartida que se debe tener en cuenta y que va en contra del objetivo de relax del espacio: los ruidos que producen los chapoteos, y cuyo control y domesticación fue todo un reto para el arquitecto. Tanto las zonas acristaladas como las opacas tienen capacidad para absorber el sonido, no solo el que procede del exterior, sino también el que producen los clientes. De esta forma, se consigue transformar un potencial ruido en un relajante rumor que contribuye a la sensación de calma en el interior.
El control del agua se demuestra también con los grandes acuarios verticales de agua dulce y salada que decoran las zonas de espera. Un gran cilindro de 9 metros de altura contiene los dos acuarios. El de agua dulce (de 3 metros de alto) contiene 13 especies de peces. El mayor, de agua salada, alberga hasta 40 especies de invertebrados y 14 variedades de peces tropicales.