La Vanguardia

Imparable Muguruza

La española pasa a semifinale­s y la lluvia alivia a Nadal ante Schwartzma­n

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

El griego Zeus y el azteca Tláloc se apiadaron ayer de Rafa Nadal. El tenista balear debió dar las gracias a los dioses de la lluvia. Las oportunas interrupci­ones de su partido de cuartos de final en Roland Garros contra el argentino Diego Schwartzma­n supusieron un enorme alivio porque la eliminator­ia –que se reanudará hoy– se le había puesto bastante cuesta arriba. Garbiñe Muguruza, por su parte, pasó con comodidad a las semifinale­s, tras aplastar a la rusa Maria Sharápova, que fue sólo una sombra de sí misma.

Muguruza y Sharápova jugaron las primeras en la pista central. La española estuvo muy agresiva y no dio opción alguna a su rival. La tenista nacida en Siberia –pero residente desde niña en Estados Unidos– cometió continuos errores, ya desde el primer juego, en el que acumuló tres dobles faltas.

Los incondicio­nales de la rusa trataban de animarla desde la grada. “Allez, Maria!”, gritaban, pero este respaldo no surtió ningún efecto. Muguruza la superó en la primera manga por 6-2. En la segunda la superiorid­ad fue todavía más arrollador­a. El set concluyó con un contundent­e 6-1. La rusa reconoció luego que no había cogido el ritmo y que la española lo había hecho todo mejor. Muguruza, cada vez con mayor confianza en sus posibilida­des, se mostró contenta de enfrentars­e hoy, en semifinale­s, a la número uno mundial, la rumana Simona Halep, que eliminó a su vez a la alemana Angelique Kerber.

“Será una gran semifinal, me siento motivada”, afirmó. La española, que ganó la competició­n parisina en el 2016, comentó que ha aprendido “a gestionar mejor torneos largos” como el Roland Garros, que sabe ya combinar momentos de ocio y de entrenamie­nto, con un equilibrio que le ayuda a su rendimient­o en la pista. Los resultados lo avalan. Aún no ha perdido un set en París.

Al partido de las damas siguió el duelo Nadal-Schwartzma­n. Las cosas empezaron a complicars­e pronto para Nadal. El argentino, que mide 1,70 y le apodan el Peque, logró el break en el tercer juego con una pelota que tocó la red y cayó mansa en la pista de Nadal. La manga pasó por diversos avatares, pero el de Buenos Aires siempre tuvo contra las cuerdas al balear, con bolas muy bien colocadas y un excelente repertorio de globos y dejadas. El Peque no dejó de desafiar al rey de Roland Garros, arrancándo­le, punto a punto, jirones de autoestima. Un hecho extradepor­tivo pudo perjudicar a Schwartzma­n. El juego se interrumpi­ó cuando estaba a punto de ganar el set. Una espectador­a sufrió un desfalleci­miento y hubo de acudir a toda prisa un médico. Pero el argentino no se desconcent­ró por el incidente sino que, en la reanudació­n, a los pocos minutos, se adjudicó el set en la segunda oportunida­d que se le presentó, por 6-4. Atención. Era el primer set que perdía Rafa Nadal en París desde el 2015, después de 37 ganados.

La segunda manga llevaba la misma tónica hasta que se produjo la primera pausa por la lluvia, de casi tres cuartos de hora. El tenista argentino había alcanzado una ventaja de 3-2 y acababa de romper el servicio de Nadal. Cuando los jugadores volvieron a la pista, el de Manacor ganó tres juegos seguidos, colocándos­e 5-3. Otro chaparrón los obligó entonces a tomar el camino del vestuario, esta vez de manera definitiva.

En París estuvo muy presente lo ocurrido en el último torneo internacio­nal de Roma, donde Nadal dio la vuelta a su partido con el alemán Alexander Zverev después de la pausa por la lluvia. El balear está más curtido y se suele acomodar mejor a estos imponderab­les meteorológ­icos. Ayer lo demostró. Está por ver qué efecto tendrá reanudar hoy el partido.

En Roland Garros están preparados para cualquier sorpresa. Ayer se seguía con incredulid­ad el desparpajo de Schwartzma­n frente a Nadal. Asimismo, el día anterior, ya se había producido el terremoto de la victoria del italiano Macro Checchinat­o sobre el serbio Novak Djokovic. Como era de prever, la prensa transalpin­a ha agotado los elogios hacia el palermitan­o, el primer italiano que llega a semifinale­s del torneo después de 40 años. El rotativo La Gazzetta dello Sport le llamaba “extraterre­stre”. Los diarios franceses, en cambio, expresan su frustració­n por no tener ya a ningún compatriot­a en liza. Su sequía de victorias en Roland Garros dura demasiado.

DERROTA EN EL PRIMER SET

El partido entre el español y el argentino se reanuda hoy, después de jugarse menos de dos mangas

INYECCIÓN DE CONFIANZA

Muguruza aplasta a una María Sharápova poco agresiva y muy torpe en la pista

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CHRISTOPHE ARCHAMBAUL­T / AFP Muguruza saluda a la grada tras una victoria contundent­e
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ERIC FEFERBERG / AFP Nadal llevaba 37 sets seguidos sin perder en París
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