El mercado apuesta por que el BCE elevará los tipos en junio del 2019
El Bundesbank presiona a Draghi para que desvele su plan de retirada de estímulos
El Banco Central Europeo (BCE) acelera la normalización de la política monetaria para terminar con los estímulos y preparar su primer alza de los tipos de interés desde el 2008, algo que podría suceder ya a mediados del próximo 2019. El precio del dinero lleva seis años por debajo del 1% y dos en el 0%, pero esta laxitud contrasta con el hecho de una economía de la eurozona que crece con fuerza y una inflación que cerró mayo en el 1,9%, con la subyacente en el 1,3%.
En el centro de Europa braman por volver a la ortodoxia cuanto antes y así lo manifestaron ayer dos de sus halcones alemanes más destacados: Peter Praet, economista jefe del BCE, y Jens Weidmann, presidente del Bundesbank. El primero, en una conferencia en Berlín aseguró que “la disminución de las expectativas del mercado sobre una expansión considerable del programa de compras de bonos ha venido acompañada de unas expectativas de inflación consistentes con el objetivo. Por eso –añadió–, el BCE tendrá que evaluar si el progreso hasta el momento ha sido suficiente para justificar una retirada gradual de las compras”.
El mercado espera desde hace meses que la reunión del consejo del BCE de la próxima semana en Riga (Estonia) sirva para que el banco central de la eurozona exponga sus planes para volver a la anhelada normalidad. Si no se prorroga de nuevo, en septiembre finalizará el programa de compra de bonos –actualmente fijado en los 30.000 millones al mes– con el que el BCE interviene en el mercado de deuda. Además, la banca urge para que se dede jen de penalizar los depósitos en Frankfurt, que tienen tipos negativos del 0,4%, y que suba el precio oficial del dinero.
Draghi, tan acomodaticio a la situación económica como prudente –y críptico– en sus declaraciones, no suelta prenda, pero aumenta la presión sobre él. Tras Praet, el jefe del Bundesbank se apresuró a decir ayer que “no es sorprendente que los actores del mercado desde hace algún tiempo esperen que las compras netas de deuda concluyan antes de que finalice el año”. Weidmann apuntó también que esas expectativas del mercado “son, desde la perspectiva actual, plausibles”.
Las declaraciones de Praet y Weidmann tuvieron un impacto inmediato en los mercados. El euro, que hace una semana tuvo en riesgo los 1,15 dólares, subió con fuerza y llegó a otear los 1,18 dólares antes del mediodía, aunque luego reculó en la segunda parte del día. Otro indicador que se vio afectado fue el de las perspectivas de alzas de tipos. Hace una semana, únicamente el 38% los analistas esperaban que la primera subida de tipos de interés del BCE se produjera en junio del 2019. A principios de semana, esta previsión había subido al 50% y ayer se disparó hasta el 70%.
En una nota a sus clientes, Bank of America dijo que esperaban “un retraso en las decisiones de política monetaria hasta la reunión del BCE de julio”. Con todo, añadieron que “no se podía ignorar el discurso de Praet, que abona la expectativa de un anuncio
LA HOJA DE RUTA
El 14 de junio, el BCE reúne a su consejo y se podría explicar el fin de la compra de bonos
sobre el futuro del programa de compra de bonos para la próxima semana”.
La reunión del 14 de junio –la primera en la que participará Luis de Guindos, exministro de Economía de España y nuevo vicepresidente del BCE– concita ahora todas las miradas. Pero Draghi deberá ir con cuidado. En los últimos días, desde Italia le han llovido críticas por no impedir la escalada de la deuda del país en los días en los que predominaron las ventas. Italia y el resto de los países de la periferia del euro se han beneficiado estos años del respaldo del BCE. Ahora, la retirada de los estímulos –si no es gradual– amenaza la estabilidad y quizás el crecimiento. Pero hay que hacerla. En agosto, finalizará oficialmente el rescate de Grecia. Y la eurozona , si la política no lo impide, recuperará poco a poco la normalidad. El dinero ya no será gratis y volverá a costar dinero.