El president crea un comisionado para el despliegue del autogobierno
Torra defenderá ante el Constitucional las leyes sociales recurridas por el PP
Una de las primeras decisiones del nuevo Gobierno catalán fue ayer la creación de un comisionado para el despliegue del autogobierno, para el que aún no hay un nombre, y que deberá evaluar los efectos del artículo 155. El Govern también defenderá ante el Tribunal Constitucional leyes recurridas por el PP, como la del cambio climático o la de universalización de la asistencia sanitaria.
Revertir los efectos de la aplicación del artículo 155 de la Constitución es el hilo conductor de las primeras medidas, algunas todavía muy inconcretas, que adoptó ayer el Govern en su primera reunión ordinaria una vez constituido. Entre ellas destacan la creación del comisionado del 155 y de la oficina de derechos civiles y políticos y la personación en el Tribunal Constitucional (TC) para defender las leyes catalanas impugnadas por el Gobierno del PP y sumarse a los recursos contra la aplicación del artículo 155.
El comisionado, a pesar de que tiene entre sus cometidos elaborar un plan de choque para evaluar y reparar los efectos del 155 –como decidir, por ejemplo, cómo se recuperan las leyes sociales anuladas–, formalmente no lleva el nombre de comisionado del 155, sino de Comissionat per al Desplegament de l’Autogovern, está adscrito al departamento de Presidència y de momento se desconoce el nombre de la persona que lo ocupará. Lo mismo ocurre con la Oficina per a la Defensa dels Drets Civils i Polítics, dependiente en su caso del Departament de Vicepresidència.
La personación en el TC tiene, por su parte, un doble objetivo. Por un lado, presentar alegaciones en defensa de 12 leyes suspendidas pero aún pendientes de sentencia (protección del derecho a la vivienda de las personas en riesgo de exclusión residencial; universalización de la asistencia sanitaria; creación de la Agència Catalana de Protección Social; comercio; promoción de la actividad económica; ordenación del transporte de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas; creación de la Agència de Ciberseguretat; cambio climático; acompañamiento de los presupuestos del 2017; voluntades digitales; asociaciones de consumidores de cannabis, y reforma de la ley de la Presidència de la Generalitat y del Govern). Y, por otro, sumarse a los recursos interpuestos por el Parlament y Podemos contra la aprobación del artículo 155 por parte del Senado y la aplicación realizada por parte del Gobierno español.
El primer paquete de medidas sobre el 155 incluye, además, la restitución de algunos altos cargos destituidos, como Antoni Molons, que era secretario de Difusió i Atenció Ciutadana y ahora ha sido nombrado secretario de Comunicació, o Annabel Marcos, que de directora del Institut de Seguretat Pública de Catalunya pasa a secretaria de Administració i Funció Pública. También el acuerdo de que los consellers designados en el primer decreto de nombramiento del Govern y que no fue publicado en el DOGC se querellen contra Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría como ya lo hizo el presidente de la Generalitat, mientras Quim Torra hacía efectiva la querella contra Alfonso Guerra por haberle llamado “nazi”. Y asimismo la aprobación de convenios de cooperación frenados por el 155 con Marruecos, Egipto, Argelia, Túnez, Jordania y Palestina.
Todo ello mientras el Govern está a la espera de que el nuevo presidente español, Pedro Sánchez, concrete la reunión que le ha pedido el presidente de la Generalitat. “Tienen
Artadi ve “la pelota” del diálogo “en el tejado” de Sánchez a la espera de la reunión “urgente” con el president
la pelota en su tejado”, subrayó Elsa Artadi en su estreno como portavoz en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, en la que consideró que es urgente que se produzca el encuentro. “Por nosotros podría ser mañana mismo, porque es importantísimo”, remarcó. El Govern está a la expectativa de los movimientos del Gobierno del PSOE en relación con Catalunya, a pesar de que entiende que algunos nombramientos de ministros no van precisamente en la buena dirección. “Hay nombramientos sorprendentes, como el ministro de Cultura, y nombramientos inquietantes, como el ministro del Interior”, especificó la también consellera de Presidència, que, a pesar de ello, precisó: “Les juzgaremos no por lo que han dicho y hecho, sino por lo que digan y hagan”.