Cs supedita el diálogo a “los gestos” del president
La líder de la oposición en el Parlament y de Cs, Inés Arrimadas, rehusó ayer reunirse con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, por la pancarta que, tras su investidura, luce en el balcón de Palau y que pide la libertad de “los presos políticos” independentistas. Para Arrimadas, esa pancarta y otras que lucen en edificios de la Generalitat rompen la mínima neutralidad que se espera de las instituciones. La dirigente de Cs optó por celebrar una rueda de prensa en la que dijo que la posibilidad de diálogo entre el primer partido de la oposición y el Govern pueda entablarse dependerá de “los gestos” que haga Torra. Para Cs, la actitud y las declaraciones del presidente de la Generalitat y alguno de sus consellers –como la afirmación de Laura Borràs (Cultura) asegurando que el castellano “es una lengua de imposición”– atacan directamente a aquellos catalanes que no son independentistas. “Que nos reunamos con Torra depende de él. Depende de que aparque las amenazas a los catalanes, porque están amenazando con seguir vulnerando nuestros derechos con ilegalidades, y de dejar de utilizar símbolos partidistas”, señaló Arrimadas, quien exige la retirada de los lazos amarillos y pancartas de los espacios públicos. La portavoz del Govern, Elsa Artadi, le replicó poco después: “No se puede apelar al diálogo y luego no ejercerlo. El día que ella quiera, sabe que está convocada en Palau”.