Tiempo de sandía
El principio del verano marca el principio de la mejor época de la sandía que durará hasta el otoño. Esta fruta, de origen africano y de la cual hay más de 50 tipos, es una de las más hidratantes que existen. Más de un 90% del peso de su parte comestible es agua. Esto quiere decir que 250 gramos de sandía sin la corteza (unos 400 gramos en total) equivalen prácticamente a un vaso de agua. Ideal, pues, para las altas temperaturas. Pero su contenido en agua no es la única de sus virtudes. Aporta minerales, dosis discretas de vitamina C y lo más importante: una notable cantidad de licopeno, en gran parte el responsable de su color rojo. El licopeno es un carotenoide sin acción vitamínica, pero con probados efectos positivos para el cuerpo. Hay estudios que demuestran que el licopeno disminuye la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular y que tiene un cierto efecto protector frente a distintos tipos de cáncer, entre ellos el de próstata. Claro, no hay que pensar que la sandía es un alimento milagro –ningún alimento lo es– pero sí que es verdad que detrás de su acuoso aspecto se esconden propiedades muy interesantes. No hace falta decir que la sandía es muy ligera, unas 25 kcal cada 100 gramos, y que por supuesto es perfecta para dietas de adelgazamiento. Sin olvidar que se conserva bien, que es asequible y que es un alimento de proximidad.