El Barça mantiene el pulso
Una gran defensa permite a los de Pesic llevar la serie al cuarto partido
Mantener la intensidad hasta el final y acabar con la capacidad anotadora del Baskonia en todas sus variantes. Esos eran los deberes que tenía el Barça Lassa en la llegada de la serie de semifinales al Palau y eso es lo que consiguió con más entrega que buen juego. Suficiente para mantener la esperanza y dar un premio a una afición que sin llenar el Palau sí llevó en volandas a los suyos y acabó ovacionando a Pesic. El domingo, a las 18.30 h, el cuarto episodio de la saga.
Sin desplegar su mejor versión, el Barça mejoró por trabajo e intensidad a ese equipo que ya había plantado cara el miércoles en el segundo partido de la serie. De nuevo sin Ribas ni Oriola, no recuperados, pero con un Navarro en crecimiento que volvió a salir de inicio para echarse al equipo a la espalda, los blaugrana no decepcionaron.
Aunque el Barça volvió a demostrar sus grandes carencias –regularidad y orden– sí tuvo esa actitud de lucha sin cuartel que tanto se ha echado en falta en muchos partidos. Fue de menos a más, una vez quedó claro que ni la resolución de un Tomic, que fue el único blaugrana que anotó en los 5 primeros minutos de juego, ni el liderazgo del de Sant Feliu de Llobregat, el único capaz de buscar soluciones y resolver ese bloqueo mental inicial de su equipo desde la línea de 6,75 con dos triples consecutivos, iban a resultar suficientes.
Pesic no dudó en abroncar a los suyos en esos primeros minutos antes de que se mascase la tragedia. A tiempo, ya que los blaugrana consiguieron no irse del partido y sólo un triple sobre la bocina de Beaubois en una jugada que salió de la pizarra de Pedro Martínez impidió que se fueran por delante en ese primer cuarto (18-19). Y aunque mantuvieron la cara al choque y ampliaron sus recursos con un Reynolds que está ofreciendo mucho menos de lo que se esperaba de él, volvieron a irse al vestuario en desventaja (31-33).
Tras la reanudación, el reto para el Barça Lassa era mantener el pulso y no sucumbir como en Vitoria. Fue un cuarto especialmente intenso en el que los locales consiguieron ponerse por delante con 8 puntos consecutivos de Hanga, que decidió aparecer a lo grande, y dos canastas de Moerman y Tomic para poner el 43-41 y encender el Palau.
El Barça superaba la prueba de fuego y el técnico visitante se vio obligado a buscar alternativas recurriendo a la altura de Voigtmann y Poirier en busca de ventaja en la zona, a un marcaje al hombre y a forzar los uno contra uno en busca de la línea de tiros libres. Pero aUn así el Barça Lassa consiguió mantener su solidez defensiva para irse al último cuarto por fin con una mínima ventaja en el marcador (47-45).
Aunque la mejor noticia para los intereses del barcelonismo eran los pocos puntos que había sido capaz de anotar su rival: 22 y 30 puntos menos que en los dos primeros partidos de la serie al final del tercer cuarto. Al Barça ya sólo le faltaba seguir manteniendo a los vitorianos a raya para llegar con opciones a los últimos minutos. Y el partido, efectivamente, tuvo ese final de infarto que tanto esperaba el Palau. El duelo podía haber caído de cualquier lado, pero sendos robos de Hanga y Heurtel le dieron color local.
EL PROTAGONISTA
Navarro se echó el equipo a la espalda y fue el más ovacionado junto a Pesic