Comerse la Rambla
Se escribe mucho de la variada propuesta gastronómica de Barcelona y hasta de la posible burbuja de alta cocina en esta ciudad en la que cada día abre algún nuevo establecimiento. Pero a veces olvidamos que este auge gastronómico está acompañado de una creciente oferta de iniciativas populares igual de interesantes.
Está bien recordar que Barcelona es una ciudad apetitosa no sólo por lo que ocurre en sus bares y restaurantes (no en todos, porque lamentablemente la oferta mala también prolifera) sino por lo que sucede en la calle. Los mercados en los que se combina la venta de productos de proximidad con la cocina de calidad en su formato de comida callejera se han consolidado como parte del ocio que más interés despierta (ahí están los exitosos All Those Food Market, Eat Street, Van Van Market); en los conciertos la gastronomía ha subido el listón de forma notable (¿han visto las elaboraciones de Diego Guerrero, el madrileño DSTAgE, o de Lalo García, del mexicano Máximo Bistrot en la reciente cita del Primavera Sound?). Además de los congresos culinarios (el Fòrum Gastronòmic, Alimentaria, BioCultura...), Barcelona acoge cada año iniciativas tan atractivas como Mercat de Mercats, que reúne junto a la Catedral lo mejor de todos los mercados y una gran muestra del trabajo de los chefs. O como el Tast a la Rambla, que no deberían perderse este fin de semana por lo que es y por lo que pretende. Qué mejor propósito que animar a los barceloneses a bajar a la Rambla y saborear allí, aunque sea por unos días, una oferta gastronómica de calidad. Y recordarles, este año mucho más que nunca, que es el mejor lugar para celebrar la vida paseando, charlando, comiendo y bebiendo.