Unas 400 unidades al año
Si en los próximos años se mantiene el actual ritmo constructor en Barcelona, si el gobierno de Ada Colau consigue que prospere su propuesta y si la previsible batalla de recursos judiciales se decide a favor del Ayuntamiento, la iniciativa de destinar un 30% de la obra nueva a vivienda social podría incrementar el parque público de pisos de la ciudad en unas 400 unidades al año. En el 2017 se iniciaron en la capital catalana un total de 1.373 viviendas, casi la mitad de ellas concentradas en los distritos de Sant Martí y Sants-Montjuïc. Aunque la actividad se recuperó a partir del 2015 (tocó fondo en el 2012 con sólo 493 viviendas iniciadas), las cifras actuales quedan aún muy lejos de las que se registraban a finales de los noventa (más de 6.000) o en vísperas de la crisis. Entre el 2000 y el 2006 la producción anual de vivienda en Barcelona rondaba las 5.000 al año.