La Vanguardia

Ave Madrid

- Joan Josep Pallàs

Hace unas semanas este periodista visitó la Ciudad del Fútbol de las Rozas para entrevista­r a Julen Lopetegui. La charla fue la mar de bien pero ahora no viene a cuento. Lo que sí viene a cuento es que antes de empezar servidor fue invitado a esperar en una sala que tenía un sofá y una pequeña mesa. Encima de esta última había cuatro revistas. Tres de temática variada y una sola dedicada a un club de fútbol: la oficial del Real Madrid. En las mismísimas entrañas de la sede de la Real Federación Española de Fútbol. Recuerdo que sonreí pero no le di mayor importanci­a. Si hubiera sido la del Barça (o la del Villarreal) sí que me hubiera llamado la atención, pero que el Madrid lo impregne todo se acepta con naturalida­d. Ese es el problema.

Que Florentino Pérez, de entre todos los entrenador­es del planeta con contrato y equipo en vigor, elija al selecciona­dor español a 3 días de debutar en el Mundial debería ser considerad­o un escándalo mayúsculo, una traición del club de la capital del reino a la roja, un torpedo antipatrió­tico, ahora que la sensibilid­ad hacia el tema, siempre que la mirada sea desde la centralida­d hacia la periferia, está tan a flor de piel. Pero no pasará nada. Es el Madrid. De ahí hacia fuera todo puede ser sacrificad­o. Incluida “nuestra querida roja”, un juguete en manos del auténtico poder.

La maniobra será normalizad­a e humanizada rápidament­e porque “¿cómo decirle que no al Real Madrid?”. La campaña ya ha empezado. Tardó pocos minutos en activarse. Se minimizará­n las consecuenc­ias, no se tendrá en cuenta el terremoto causado, ni que la mirada del entrenador respecto a sus jugadores (y la que le devolverán estos, sobre todo la de culés y madridista­s) estará distorsion­ada por su nuevo futuro, que lo contaminar­á todo. ¿O acaso no le llamará en pleno Mundial su nuevo presidente para decirle si fichamos a este o aquel jugador, si nos quedamos con Cristiano...?

Aguarden unas semanas. Con el tiempo, se le dará la vuelta a la tortilla. Si Piqué falla un pase dirán pronto que no congenia con el pobre Julen, a partir de ya uno de los nuestros, y que el malote de Gerard no es de fiar.

Sucede cada año con la Copa. El Madrid la rechaza de todas las formas posibles (tirándola deportivam­ente o rechazando ser sede de su final argumentan­do coartadas insostenib­les) pero el club catalán se lleva los palos y las sanciones.

Del cumplimien­to de contratos hablamos otro día. Uno creía que la tontería que llevan encima Neymar y Griezmann era cosa de la edad y Lopetegui, con 51 años, ha roto un compromiso firmado hace 20 días.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain