Que la sonrisa no te engañe
Con un fuerte dispositivo de seguridad, Rusia no descuida a los aficionados
Nunca las cajeras del metro de Moscú te han sonreído tanto como ahora. Hablan hasta inglés. Es un cambio de imagen para la Copa del Mundo de fútbol y la esperada visita de un millón de aficionados entre el 14 de junio y el 15 de julio. Pero además de embellecer las once ciudades donde se va a disputar el Mundial, la mayor preocupación de las autoridades rusas es la seguridad. Con la experiencia de los Juegos de invierno de Sochi 2014 y de la Copa Federaciones 2017, y con la colaboración de los países que participan en el torneo, el objetivo primordial es prevenir la amenaza terrorista, islamista o del Cáucaso.
En un reciente encuentro con los corresponsales españoles, Juan Aguilar, consejero de Interior de la Embajada de España en Moscú, dijo que el peligro no es mínimo. Pero subrayó que el FSB (Servicio Federal de Seguridad) ha puesto en marcha medidas muy exhaustivas para controlarlo.
Tampoco quiere Moscú hinchas violentos. Episodios como el del 2016, cuando cientos de hooligans ingleses y rusos convirtieron Marsella en un campo de batalla en la Eurocopa de Francia podría manchar la imagen que el Kremlin pretende proyectar al mundo. Las autoridades rusas han prometido a las británicas que sus aficionados estarán “seguros” en Rusia. La policía rusa maneja una lista de violentos que tienen prohibido su acceso a los estadios. Además, se va a restringir la venta de alcohol cerca de los estadios, y no habrá envases de vidrio.
La autoridades rusas permitirán pequeños excesos en las celebraciones, siempre que no se caiga en el vandalismo. “Es posible que cerremos los ojos a pequeñas faltas, pero en las cosas serias el castigo será severo”, ha asegurado Alexéi Lávrishev, responsable de coordinar la seguridad durante el Mundial.
Los partidos se han dividido en dos grupos de riesgo. Entre los más problemáticos está el Rusia-Uruguay, pues su resultado puede ser decisivo para que la anfitriona supere la fase de grupos. También tienen todos sus ojos puestos en los encuentros de México y Colombia, más que nada porque son los equipos que arrastran más aficionados, 40.000 y 20.000 respectivamente.
En la seguridad colaboran con el Ministerio del Interior y el FSB rusos 35 países, dijo Lávrishev. España ha enviado a cinco policías “expertos en grandes dispositivos de seguridad en partidos de fútbol de ámbito internacional”, dijo Aguilar. Colaborarán con la parte rusa en los partidos de la selección española.
Las autoridades rusas no descuidan tampoco la comodidad de los aficionados extranjeros. Han prometido evitar que se aprovechen de ellos. Por ejemplo, si los taxistas suben el precio de las carreras de forma desorbitada. El Gobierno ruso fijó el mes pasado el precio máximo de las habitaciones de hotel.
Pero el aficionado o turista tiene que tener en cuenta varios aspectos. Como todo país distinto, las leyes son diferentes. Por ejemplo, la posesión y consumo de drogas está penado muy severamente, recuerdan las autoridades consulares españolas. Además, todo extranjero ha de registrarse ante la policía tras llegar a una ciudad donde vayan a pernoctar. Por motivos de seguridad, el periodo para hacerlo es de tres días en lugar de los siete habituales. “Si se alojan en un hotel, este lo hace de forma automática. Puede haber problemas para quienes elijan apartamentos”, señaló Itziar Taboada, cónsul general de España en Rusia. Si los dueños de esos pisos, que son quienes tienen la obligación, no formalizan el registro los extranjeros podrían tener problemas si su siguiente alojamiento es un hotel, pues podría negarse a recibirles.
VIOLENCIA
“Es posible que cerremos los ojos a pequeñas faltas, pero en las cosas serias el castigo será severo”