Niños en el circuito
La muerte de un piloto de 14 años reabre el debate sobre la exposición de menores en deportes de riesgo
Andreas Pérez, vecino de Mollet del Vallès (Barcelona), tenía 14 años cuando el domingo sufrió un trágico accidente que le costó la vida en el Circuit de Barcelona-Catalunya, al ser arrollado en una carrera del FIM-CEV Repsol, el Mundial júnior de velocidad. Es el vivero del motociclismo profesional, antesala del Campeonato del Mundo de MotoGP, por donde han pasado todos los últimos campeones. En estas categorías formativas, los jóvenes pilotos se foguean y perfeccionan sus habilidades con máquinas de potente cilindrada, elevada potencia y notables velocidades punta, superiores a los 200 km/h. Motos no muy lejanas a las que pilotan en el campeonato mundial, al que acceden los pilotos a partir de los 16 años –edad mínima que se puede saltar sólo el campeón del mundo júnior, del FIM-CEV, si tiene menos, como Fabio Quartararo en el 2015, con 15–.