El precio de la vivienda acabará 2019 aún por debajo del boom
Dos terceras partes de las nuevas familias optan por el alquiler
El precio de la vivienda continuará aumentando en España en el 2018 y 2019, aunque a un ritmo menor al de los cuatro años anteriores, según un estudio de Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), presentado ayer. “La contención que anticipamos a partir de ahora se debe a un cierto aumento de los tipos de interés reales, que frenarán la demanda y la concesión de crédito por parte de la banca y redundará en menores alegrías con los precios”, apunta Oliver.
Tras seis años del declive inmobiliario que siguió a los máximos alcanzados en el 2007, el precio medio de la vivienda en España cayó casi un 37% de forma acumulada. A partir del 2014, los precios empezaron a subir de nuevo, primero con suavidad y luego, más aceleradamente. Hasta un 7,2% en el 2017 y un 33% agregado en los primeros cuatro años después de la crisis. Ahora, la desaceleración prevista por Oliver implica, pese a todo, que los precios subirán alrededor del 5,8% tanto este año como el próximo. Y ni así alcanzarán todavía los niveles del 2007 al quedar un 16% por debajo. Esta evolución no es uniforme en todo el país. Según Oliver, el precio de la vivienda subirá este año y el próximo una media del 7,5% en Catalunya y del 11,5% en la Comunidad de Madrid. En el primer caso, los precios todavía estarán a finales del 2019 un 18% por debajo que antes de la crisis. En Madrid, en cambio, ya se habrá recuperado el precio previo al pinchazo de la burbuja.
Al margen de los precios, el estudio de Oliver realiza aportaciones en la segmentación de las operaciones de compraventa y alquiler. Por ejemplo, de las 532.000 transacciones del 2017, 482.000 (el 90,5%) fueron de segunda mano y solo 50.000 (9,5%), de obra nueva. Los protagonistas de estas operaciones siguen siendo los particulares, como se puede comprobar al desagregar que casi 400.000 compraventas fueron para viviendas de primera residencia (338.000, el 63,5%) o segunda (66.000, el 12,4%). Las restantes (128.000, el 24,1%) se engloban en lo que Oliver llama “otros usos”, donde se incluye la inversión. También es llamativo que el 92% de las compras de primera residencia corresponde a familias que buscan mejorar su vivienda principal y las nuevas familias sólo protagonizan el 8% de las operaciones.
En el mundo del alquiler, en cambio, el 70% son renovaciones, pero un relevante 30% proviene de las nuevas familias. Según Oliver, las unidades familiares que irrumpen por primera vez en el mercado de la vivienda optan mayoritariamente (66%) por el alquiler. Eso le lleva a concluir que “el peso del alquiler en el volumen total de operaciones debería crecer en los próximos años”. De momento, el ritmo de compraventas no para. El INE hizo público ayer que la compraventa de viviendas se disparó un 29,7% en abril en relación al mismo mes del 2017, hasta sumar 42.014 operaciones. El avance interanual contrasta con el descenso del 3,1% registrado en marzo por culpa de Semana Santa.
Las compras suben casi un 30% en abril después de caer un 3,1% en marzo por culpa de Semana Santa