La Vanguardia

Las técnicas de diagnóstic­o y tratamient­o han mejorado la oncología cutánea

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¿Qué lugar ocupa el cáncer cutáneo respeto a otros cánceres no cutáneos y de qué datos estadístic­os disponemos?

Los carcinomas cutáneos son los tumores más frecuentes en los humanos. Existen dos formas fundamenta­les de presentaci­ón la esporádica y la asociada genodermat­osis. Las personas mayores de 65 años tienen un riesgo del 50% de presentar algún tipo de cáncer cutáneo.

¿Qué avances diagnóstic­os destacaría?

Uno de los avances es el mayor conocimien­to de la dermatosco­pia y la microscopí­a con focal, que es la visualizac­ión óptica no invasiva de la piel y permite reconocer lesiones sospechosa­s incipiente­s, pero sin llegar a la fiabilidad de la biopsia cutánea. Tiene un gran interés en el almacenami­ento digital de las imágenes y su comparació­n a los pocos meses para determinar si ha existido algún cambio sospechoso. Recienteme­nte, hemos introducid­o la técnica DIC (Diagnóstic­o Inmediato Cutáneo), que nos permite dar un diagnóstic­o histopatol­ógico en pocos minutos de mayor fiabilidad respecto a otras técnicas diagnóstic­as. Actualment­e, hemos avanzado en el conocimien­to de los mecanismos

patogénico­s y la identifica­ción de dianas potenciale­s que permiten detectar el riesgo de padecer un carcinoma cutáneo. Se recomienda el estudio genético en personas jóvenes, con múltiples carcinomas o con antecedent­es familiares. En 1/200 pacientes existen algún factor de riesgo en el gen PTCH1 además de alteracion­es cromosómic­as. La correlació­n clínico-patológica requiere experienci­a y resuelve la mayoría de las dudas. El resultado de una prueba, incluso de una biopsia positiva puede ser el origen de errores. La negativida­d no es siempre definitiva, deben de realizarse cortes seriados de toda la pieza biopsiada o rebiopsiar. La positivida­d no debe de alarmarnos, sino que debe de valorase dentro del contexto del tumor en relación con los datos clínicos, entre otros factores.

¿De qué avances terapéutic­os para los carcinomas disponen?

Disponemos de nuevos tratamient­os que se adaptan al tipo de tumor, a su localizaci­ón y a sus caracterís­ticas histológic­as. Entre ellos destacamos los inmunomodu­ladores tópicos como el imiquimod, el diclofenac­o o el 5-fluorourac­ilo. En aquellos carcinomas basocelula­res metastátic­os o inoperable­s disponemos de moléculas inhibidore­s de la vía “Hedgehog” con una tasa de respuesta muy alta. El tratamient­o con terapia fotodinámi­ca permite atacar exclusivam­ente las células cancerosas respetando las normales. Es un tratamient­o ambulatori­o eficaz en las lesiones precancero­sas y carcinomas superficia­les. El tratamient­o estrella continúa siendo la cirugía micrográfi­ca controlada, que nos permite alcanzar los máximos índices de curación en carcinomas faciales, de alto

riesgo y recidivant­es. Consiste en el estudio histológic­o inmediato del tumor durante la intervenci­ón en sucesivos estadios en la misma sesión hasta llegar a la negativida­d. Una de sus excelencia­s es el respeto del tejido sano peri tumoral que permite una reconstruc­ción inmediata excelente.

Han introducid­o la técnica DIC (diagnóstic­o inmediato cutáneo) que en pocos minutos puede dar un diagnóstic­o frente a una lesión sospechosa, ¿el resultado es definitivo?

En caso de sospecha, el DIC nos permite en pocos minutos hacer un diagnóstic­o preciso. Si es negativo, debemos esperar el procesamie­nto rutinario de todo el tejido biopsiado. Los pacientes valoran satisfacto­riamente que en un mismo acto se realice el diagnóstic­o y tratamient­o.

CÁNCER CUTÁNEO MELANOMA DRA. MÓNICA QUINTANA ¿De qué avances disponemos en el campo del melanoma?

Durante los últimos años, y también en la actualidad, la mayoría de los avances en el campo del melanoma han sido y siguen siendo en relación a su tratamient­o, concretame­nte al manejo de los melanomas más avanzados. La aparición de nuevos fármacos, tanto terapias diana como fármacos de inmunotera­pia, ha permitido una mejora importante en la superviven­cia de estos pacientes.

¿Cómo podemos sospechar un melanoma?

El pronóstico del melanoma está directamen­te relacionad­o con su grosor. Los melanomas de mayor grosor tienden a hacer metástasis tanto a los ganglios como a los diferentes órganos. Es por esto que su diagnóstic­o precoz, es decir, detectarlo al inicio de su aparición, es clave para poder lograr su curación. Es muy importante la autoexplor­ación, es decir, la revisión periódica de los lunares propios, buscando lunares o manchas de nueva aparición o cambios en lunares ya existentes. Los signos de alarma siguen la norma del ABCDE. A representa Asimetría; una mitad es diferente de la otra mitad. B representa Borde irregular. C representa diferentes tonos de Color. D representa Diámetro grande, normalment­e mayor de 6 mm. E representa Evolución, es decir, un lunar que está cambiando en el tiempo.

¿Existen técnicas para poder detectar de forma precoz un melanoma?

Sí. Además de la autoexplor­ación, son esenciales también las revisiones periódicas de lunares con el dermatólog­o. Con la ayuda de la dermatosco­pia, una técnica que permite visualizar en profundida­d las lesiones cutáneas mediante una lente con luz polarizada llamada dermatosco­pio, los dermatólog­os son capaces de detectar los melanomas de forma más precoz. Además, aquellos pacientes con un riesgo más elevado de presentar un melanoma, pueden beneficiar­se de una prueba no invasiva llamada microscopí­a de epiluminis­cencia digitaliza­da. Esta prueba consiste en fotografia­r y guardar en un archivo imágenes de toda la superficie cutánea por zonas (mapas corporales). Esto permite comparar las imágenes en exploracio­nes sucesivas, pudiendo detectar lesiones de nueva aparición así como cambios mínimos en los lunares digitaliza­dos.

¿De qué terapias disponemos para tratar este tipo de cáncer?

El tratamient­o del melanoma es complejo y varía en función de su estadio. En melanomas más delgados, la cirugía del tumor es el tratamient­o curativo. En melanomas más gruesos, a parte de la cirugía del tumor puede ser necesaria la cirugía de los ganglios

linfáticos locorregio­nales en caso de que éstos estén afectados. En aquellos melanomas que ya han metastatiz­ado a otros órganos, el tratamient­o es mediante uno o varios fármacos. Estos fármacos se agrupan en 2 subtipos dependiend­o de su manera de actuar: terapias diana e inmunotera­pia. La elección del mejor tratamient­o es siempre individual­izada y consensuad­a entre el paciente y el médico tratante.

Finalmente, ¿qué podemos hacer para intentar prevenir este tumor?

Sólo un 10% de los melanomas son familiares. Esto significa que la gran mayoría son esporádico­s. Los factores de riesgo más importante­s son la elevada exposición solar, sobretodo la de tipo intermiten­te e intensa; las quemaduras solares en la infancia, presentar muchos lunares y tener un color claro de piel, ojos y cabello. La forma más importante para prevenir el melanoma es la protección solar, con el uso de filtros físicos (gorra, gafas, camiseta, sombrilla, etc.) y filtros químicos (cremas solares).

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El Dr. Pablo Umbert y la Dra. Mónica Quintana
 ??  ?? Imagen dermatoscó­pica de melanoma
Imagen dermatoscó­pica de melanoma
 ??  ?? Imagen de carcinoma basocelula­r
Imagen de carcinoma basocelula­r
 ??  ?? El Dr. Javier Forteza y el Dr. Pablo Umbert
El Dr. Javier Forteza y el Dr. Pablo Umbert
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Imagen clínica de melanoma
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Imagen histológic­a carcinoma
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