Sánchez anuncia que intentará agotar la legislatura hasta el 2020
El presidente del Gobierno espera verse con Torra a principios de julio y ve “razonable” acercar a los presos independentistas
“¡Tarea hay!”, aseguró anoche el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez justificó así, en TVE, su intención de agotar la presente legislatura y no convocar las elecciones generales hasta el año 2020, tal como pretendía hacer su antecesor en el cargo, Mariano Rajoy.
“Aspiro a convocar las elecciones en el año 2020, es decir, agotar la legislatura”, aseguró Sánchez nada más arrancar su primera entrevista desde que el pasado 2 de junio tomó posesión en el palacio de la Zarzuela del cargo de presidente del Gobierno, una vez que triunfó la víspera en el Congreso la moción de censura que presentó por sorpresa contra Rajoy. Sánchez reafirmó anoche su propósito de “normalizar” la vida política en España tras siete años de mandato de Rajoy. Y esto supone, en primer lugar, “gobernar con el Congreso y no contra el Congreso”. También, añadió, normalizar la relación con todas las comunidades autónomas y “regenerar” la vida política en España.
Tras su primera ronda de contactos telefónicos con todos los presidentes autonómicos, Sánchez aseguró que esta semana ya cerrará las fechas para las primeras reuniones, según el orden protocolario de aprobación de sus respectivos estatutos, con el vasco Iñigo Urkullu, con el catalán Quim Torra a continuación, con el gallego Alberto Núñez Feijóo después y con la andaluza Susana Díaz. De esta manera, avanzó que su primera reunión con el presidente de la Generalitat de Catalunya se producirá “a principios de julio”. Pero también anunció que mucho antes, de hecho este mismo viernes, coincidirá por vez primera con Torra, ya que el presidente del Gobierno acudirá junto al Rey a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona. “Espero que podamos abrir entre todos una nueva etapa en Catalunya”, confió Sánchez.
Y desveló que, entre las propuestas que planteará al presidente catalán, tiene la intención de reactivar la comisión bilateral entre el Estado y la Generalitat, que recordó que está olvidada desde el año 2011 y que a su juicio es un mecanismo “fundamental”, precisamente, para re componer las relaciones con el Gobierno catalán.
El presidente del Ejecutivo se mostró favorable, por otra parte, al traslado de los líderes independentistas en prisión provisional a “cárceles cercanas a sus domicilios” en Catalunya. Una medida que calificó de “razonable” una vez que termine el periodo de instrucción del proceso que dirige el juez Pablo Llarena, y que Instituciones Penitenciarias podrá adoptar para que los políticos catalanes presos puedan “estar cerca de sus familias y de sus letrados” hasta que se celebre el juicio.
Sánchez quiso desvincular “hechos completamente distintos”, pero también se mostró dispuesto al acercamiento de los presos de ETA, ya con condenas en firme, a Euskadi. “Después del anuncio de disolución de ETA, tenemos que abordar el fenómeno de otra manera, con una política penitenciaria distinta”, admitió. Pero reclamó que este acercamiento de presos no sea “un elemento de discordia”, una vez que “la democracia derrotó a ETA”.
En apenas media hora de entrevista, el presidente del Gobierno hizo otros anuncios. Por ejemplo, que su primer viaje al extranjero no será a Marruecos, como es tradición, sino a Francia. Este mismo sábado, de
hecho, desveló que se reunirá en París con el presidente francés, Emmanuel Macron. Iniciará así una ronda de viajes –también a Berlín y a Lisboa, según anunció–, para intentar consensuar una nueva política migratoria en Europa. Con la acogida de los migrantes del Aquarius, dijo, el Gobierno quiso evitar “una auténtica tragedia humanitaria”, pero aseguró que ahora quiere impulsar “una política migratoria sensata” en Europa. Y negó que su decisión pueda tener un “efecto llamada” a España. “No vamos a abrir las fronteras, es inviable”, atajó.
Sánchez restó trascendencia a que su primer viaje como presidente del Gobierno no sea a Marruecos, como es tradición, porque aseguró que ya considera toda la Unión Europea como “territorio propio”. No obstante, aseguró que su primera llamada como presidente del Gobierno sí fue al primer ministro marroquí. En todo caso, confirmó que viajará a Marruecos ya en el segundo semestre de este año.
El presidente también admitió que en su cita de la semana pasada desvelada por La Vanguardia con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, encontró coincidencias “en la agenda social, la regeneración democrática y otras cuestiones de Estado”. Sánchez reconoció, no obstante, que ahora en el Congreso no cuenta con una mayoría suficiente para derogar la reforma laboral del PP, pero sí para “retocar” algunos de los artículos que considera “más lesivos”. También señaló que piensa garantizar el futuro del sistema de pensiones, que defendió sostener “a través de figuras impositivas nuevas”, y que se propone acabar con el copago farmacéutico “si hay recursos suficientes”.
Por otra parte, admitió que si hubiera conocido el fraude fiscal de Màxim Huerta, “probablemente no” le hubiera nombrado ministro, mientras que en la investigación al ministro Luis Planas “no hay caso”. Y defendió el traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos: “España no se puede permitir símbolos que separen a los españoles”.