“Disfruto cuando David gana a Goliat”
¿Recuerda su primer Mundial?
Era en el 82. Yo trabajaba en Interviú. Entonces, los Mundiales los cubrían sólo hombres. La revista pensó en enviar a dos mujeres a distintos puntos del Mundial. Éramos Carmen Rigalt y yo. Me tocó Málaga.
¿Se las apañó?
Como no entendía de fútbol, hablaba de las piernas de los futbolistas. El acabose vino cuando me intenté colar en el vestuario de los italianos.
¿Qué ocurrió?
Eran muy machistas. Me echaron a patadas y mi fotógrafo tuvo que protegerme. Los futbolistas sólo se le dirigían a él, como si yo fuese su secretaria.
¿Hoy pasaría lo mismo?
El mundo del fútbol sigue siendo bastante machista.
¿Usted sigue este Mundial?
Por la parte que me toca. Enrique, mi pareja, lo pone, y yo lo tengo de fondo.
¿No le interesa?
Por supuesto que sí. Soy periodista: me interesa todo lo que pasa en el mundo. Veo los partidos emocionantes: un Barça-Madrid o España en la final.
¿A qué selección le dedicaría una novela?
Me gusta ver cómo en la lucha de David contra Goliat, a veces gana David. Y le tengo simpatía a Irán, aunque no sea políticamente correcto. Me duele el boicot que le aplican las marcas importantes. Recuerdo Invictus, la película que Clint Eastwood le dedicó al rugby sudafricano. Sé que el régimen iraní es tiránico, pero pienso que en Hollywood ya hay alguna mente pensando en ello.