El grupo de las sorpresas
La rapidez de Senegal desarbola a una Polonia cuyas estrellas desaparecieron
Los partidos que cerraban la primera vuelta de la liguilla mundialista depararon una doble sorpresa, con sendas derrotas de las favoritas Colombia y Polonia a manos de Japón y Senegal, unos resultados que confirman las malas actuaciones de los favoritos del torneo, como fuera el caso de Alemania, Brasil o España.
El grupo H se sumó también a la fiesta de las sorpresas en que está consistiendo este Mundial. Aunque se esperaba un grupo bastante igualado, los dos presumibles favoritos se estrellaron ante rivales inferiores técnicamente pero que le pusieron más ganas. Tanto Colombia como Polonia se pegaron un tiro en el pie con jugadas absurdas o regalaron goles. Las victorias, primero de Japón y luego de Senegal, fueron más que merecidas. El próximo Colombia-Polonia será dramático. El que pierda puede ir pensando ya en hacer las maletas.
Colombia, que en el pasado Mundial de Brasil había ganado 4-1 a Japón, tuvo un triste debut en Rusia. La animosa selección japonesa se benefició de un partido marcado por la expulsión en el minuto tres de Carlos Sánchez, el jugador del Espanyol, que interceptó con el brazo dentro del área un remate de los japoneses con marchamo de gol. Quedarse con uno menos durante casi todo el partido fue una losa demasiado pesada para la selección cafetera. El fuelle les llegó sólo para el primer tiempo. Empataron al filo del descanso, pero en la segunda parte el mayor físico de los japoneses impuso su ley.
Colombia ya no tuvo buenas noticias desde la alineación. James se quedó en el banquillo por molestias musculares, y la idea de Pekerman era sólo utilizarlo si venían mal dadas, lo que ocurrió. Tampoco figuraba en el once Yerry Mina, en este caso porque, al haber jugado muy poco en el Barcelona durante la temporada, el técnico argentino no lo tenía entre los fijos.
Lo cierto es que la desgracia de Colombia llegaría enseguida por culpa de Davinson Sánchez. El central del Tottenham perdió un balón en la frontal del área, y la jugada derivó en penalti y expulsión de la Roca, la segunda roja más rápida de la historia de los Mundiales tras la del uruguayo Batista ante Escocia en México 1986, antes del minuto de partido. No hubo necesidad de VAR. Lanzó el penalti por el centro Kagawa y venció la estirada a un costado de Ospina.
La reacción de Colombia fue instantánea. Quintero se echó el equipo al hombro y cargó con todo hasta el descanso ante un Japón demasiado medroso. El empate llegó en el 39 en un lanzamiento de falta de Quintero que superó la barrera por abajo –hizo un Ronaldinho–, y Kawashima sacó el balón cuando ya se había introducido en su totalidad. La segunda parte fue muy distinta. Colombia se quedó sin fuerzas. Entró James para dar aire a los suyos, pero se le notó falto de ritmo. En el minuto 73 Osako cabeceó un córner de Honda y a Colombia se le apagó la luz.
En el estadio del Spartak de Moscú, Polonia dio una pobre impresión, con Lewandowski y Milik en horas muy bajas. El partido estuvo lleno de imprecisiones, y tampoco destacó en los senegaleses Mané, una de las estrellas del tridente del Liverpool. Polonia se buscó la ruina ella sola en los dos goles de Senegal. En el primero, Cionek cambió la dirección de un remate de Gueye. En el segundo, Niang, saliendo desde la banda, se aprovechó de una indecisión entre el central y el portero polaco. La reacción del equipo de Nawalka llegó muy tarde. Krychowiak acortó distancias con un cabezazo a cuatro minutos del final.