La reforma de las pensiones rusas estalla en medio del Mundial
Dos millones de personas piden al Gobierno que no suba la edad de jubilación
Mal momento ha elegido el Gobierno de Rusia para anunciar una reforma de las pensiones que retrasará la edad de jubilación. En medio del Mundial de fútbol, una protesta de jubilados es lo que menos puede desear el Kremlin. De momento, el descontento está en las redes sociales, y ya se han recogido dos millones de firmas para que el Ejecutivo dé marcha atrás. Pero sindicatos y oposición preparan protestas.
El proyecto de reforma llegó el sábado a la Duma. El Gobierno planea aumentar la edad de jubilación de forma gradual. Los hombres, que ahora se jubilan a los 60, llegarán a jubilarse a los 65 en el 2028. El retraso de la jubilación para las mujeres irá aumentando desde los 55 actuales hasta los 63 años en el 2034.
El anuncio de la reforma se hizo el 14 de junio, el día que comenzó el Mundial y la selección rusa ganó 5-0 a Arabia Saudí. Si el Gobierno creía que el descontento quedaría silenciado por los goles, se equivocó. La Confederación Rusa del Trabajo, la segunda organización sindical del país, ha recogido en torno a dos millones de firmas en Change.org para pedir al Gobierno que rectifique. El enfado se focaliza en esta y otras páginas de internet. “Para la guerra, para el fútbol y para los Mercedes de los altos funcionarios sí hay dinero, ¿pero no para las pensiones”, se preguntaba un internauta. “Quiero ver mi pensión. Y no morirme en mi puesto de trabajo”, comentaba otro. Estas organizaciones aseguran que el déficit del fondo de pensiones ruso se puede solucionar de otra forma. Las manifestaciones están prohibidas en las ciudades donde se disputa el Mundial. Pero ya se han registrado pequeñas protestas en Novosibirsk, Omsk, Siktivkar y Sarátov.
Según el primer ministro, Dimitri Medvédev, la actual edad de jubilación se estableció en tiempos soviéticos, cuando la gente vivía “unos 40 años”. Con un promedio de vida actual de 67 años para los hombres y 77 para las mujeres, es el momento de la reforma, sostiene. Los sindicatos contraatacan con datos oficiales: “En 62 regiones de Rusia la media de vida entre hombres es menor de 65 años, y en tres, menos de 60. Con la tendencia actual, el 40% de los hombres y el 20% de las mujeres no vivirán hasta los 65”, aseguran.
El Gobierno ruso juega con pólvora. Las manifestaciones del 2011 y el 2012 fueron las mayores de la era Putin, pero no las más peligrosas. En el 2005 varios ayuntamientos retiraron subsidios a las personas mayores, como el transporte gratuito, lo que sacó a miles de jubilados a la calle antes de que el Kremlin apretase el botón del pánico.
Lo más sagrado del sistema político ruso, el presidente Putin, tampoco está a salvo. Muchos recuerdan que en el 2005 dijo que “mientras fuera presidente” la edad de jubilación no aumentaría. Su portavoz, Dimitri Peskov, ha intentado echar balones fuera asegurando que este es un tema del Gobierno.
No convencen las explicaciones. La Federación de Sindicatos Independientes, la mayor del país, recomendó ayer a sus líderes regionales manifestaciones contra la reforma. Y el opositor Alexéi Navalni ya ha convocado protestas durante el Mundial.
Los sindicatos argumentan que el 40% de los hombres rusos no llegarán a vivir 65 años, la nueva marca