La Vanguardia

Urdangarin está “tranquilo” y ve el Mundial en sus primeros días de cárcel

- JOSÉ MARÍA BRUNET

Es una cárcel, y a la vez un retiro. La prisión abulense de Brieva, en la que está internado Iñaki Urdangarin desde primeras horas del pasado lunes, ha sufrido una pequeña revolución interna con la llegada del exduque de Palma. El marido de la infanta Cristina es el único ocupante del módulo para presos de ese centro, vigilado por un solo funcionari­o. Los pasos deben de resonar con eco en esos corredores y celdas vacías. De ahí lo del retiro, en el que, según fuentes de la prisión, Urdangarin está “tranquilo”. Pero el exduque ha decidido romper la monotonía con lo que tiene más a mano. Es decir, un televisor, que estos días emplea para seguir el Mundial de Rusia, según las mismas fuentes, que ven en ello una confirmaci­ón de su anterior predilecci­ón por el deporte, actividad en cuya promoción se centraron precisamen­te sus pasadas e ilícitas ganancias con el Instituto Nóos.

Los que no están tan tranquilos, en cambio, son los propios funcionari­os de Brieva, que ven en la llegada de Urdangarin la concreción de una temida sobrecarga de trabajo. Hace poco se hicieron allí unas obras de acondicion­amiento, con mejora de las instalacio­nes de calefacció­n y refrigerac­ión para mejor combatir las inclemenci­as del riguroso clima de la zona, y todos temieron lo peor. Es decir, el inminente ingreso de algún recluso acreedor de un trato ajustado a las especifici­dades de su condición y situación, sobre todo por razones de seguridad. Y ese augurio se ha concretado ahora, exigiendo –dicen los sindicatos de funcionari­os– un refuerzo de la plantilla. De momento, los vigilantes que se turnan en el módulo de Urdangarin proceden de las instalacio­nes dedicadas a las reclusas, ya que Brieva es un prisión de mujeres. El módulo en el que se ha instalado el exduque de Palma tuvo como anterior residente al exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán, que estuvo allí entre el 1995 y el 2005. Y desde entonces no había hecho falta montar en ese lugar guardias y servicios, porque el módulo, que cuenta con cinco celdas, estaba vacío.

En paralelo, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha formulado una serie de preguntas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que explique el trato dispensado al exduque, que cuenta con “calefacció­n, cocina y vis a vis privilegia­do”. Rufián añade que tal situación contrasta con la de los líderes independen­tistas en prisión preventiva, alejados “de sus familias y con claras carencias para mantener un mínimo bienestar”.

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