Guirao anula la fusión del Real y la Zarzuela ante los riesgos laborales
La medida del PP presentaba problemas jurídicos para el traslado de empleados
El ministro de Cultura, José Guirao, ha decidido abortar el plan de fusión entre el Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela. La razón principal es que el correspondiente real decreto aprobado en abril por el Gobierno del PP presenta problemas jurídicos en lo relativo al traslado de los empleados de la Zarzuela –una decena de funcionarios y más de cien trabajadores en situación de personal laboral– a una futura Fundación del Teatro Real y la Zarzuela.
La medida del entonces ministro Íñigo Méndez de Vigo preveía que los funcionarios de la Zarzuela pudieran “elegir su incorporación a la plantilla de la nueva fundación, en cuyo caso se declararía su excedencia por prestación de servicios”, mientras que el personal laboral mantendría sus “mismas condiciones laborales vigentes”. Ahora, el Ministerio de Administraciones Públicas apunta dificultades legales para llevar a cabo los traspasos en tales condiciones. Así, un recurso de los sindicatos ante la jurisdicción de lo social podría fácilmente prosperar y dar así al traste con los planes de “mejora de eficacia” que, según el Gobierno anterior, se buscaba con la operación; de acuerdo con aquellas explicaciones, el problema estaba en las excesivas “rigideces” que, por ejemplo con vistas a la organización de giras, comportaba el sistema de funcionamiento de la Zarzuela y el estatus laboral de sus empleados como personal adscrito al Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem).
El nuevo titular de Cultura, que prácticamente se estrena con esta enmienda a un proyecto calificado como “estratégico” por los gestores del PP, reveló ayer en Sevilla que la fusión y por tanto el traslado de empleados “no se le había planteado antes a Administraciones Públicas, que es la que tiene las competencias sobre el personal”. Y ahora ya no hay tiempo de matizar la medida para apuntalar las debidas garantías laborales bajo acuerdo entre los dos ministerios. Pues el decreto de la unión “entra en vigor el mismo día que los presupuestos, que va a ser enseguida”.
Al margen de las posibles virtudes operativas del plan de fusión, que Guirao no cuestionó, las dudas jurídicas sobre la vertiente laboral creaban “una grave incertidumbre” a los trabajadores y, al no quedar tiempo para resolverlas, no le dejaban más opción que frenar la medida. “Si los temas laborales no están resueltos, no puedes pedirle a la gente que tenga una fe ciega”, dijo.
Guirao anunció el probable freno a esta fusión nada más tomar la cartera de manos de su fugaz antecesor, Màxim Huerta, el jueves pasado. El nuevo ministro escuchó a los sindicatos y después a los responsables de los dos teatros. Tanto los representantes sindicales como el director de la Zarzuela, Daniel Bianco, aplaudieron ayer la anulación, que se materializará pronto mediante otro real decreto.
Para afrontar las “rigideces” que llevaron al plan de frustrada fusión de los dos teatros líricos, Cultura creará un grupo de trabajo que busque cómo “mejorar la gestión del Inaem y potenciar su labor de difusión nacional e internacional de las artes escénicas y musicales”. En el grupo estarán los representantes de las distintas unidades artísticas del instituto y los sindicatos.
Los sindicatos y el director de la Zarzuela aplauden la medida, que se completará con la reforma del Inaem