Distancia procesal
Puigdemont denunció al magistrado del TS por no ser “imparcial”
El juez encargado del caso 1-O en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, no irá a Bélgica a declarar sobre su labor.
El juez encargado del caso 1-O en el Supremo, Pablo Llarena, no va a ir a Bélgica para declarar sobre la labor que está llevando a cabo como instructor de la causa contra los exmiembros del Govern y de la Mesa del Parlament. Llarena fue denunciado por supuesta falta de imparcialidad en esa tarea, y la justicia belga acordó citarle para el próximo día 4 de septiembre. El juez decano de Madrid, Antonio Viejo, que ha recibido la citación para tramitarla, no va a atender a la petición, y denegará la comparecencia del magistrado Pablo Llarena sin entrar en el fondo del asunto. El propósito de Viejo es informar sencillamente a los jueces belgas de que su solicitud es “improcedente”.
La denuncia contra Llarena fue formulada por el expresident Carles Puigdemont
El juez decano de Madrid, Antonio Viejo, que debía tramitar la petición, la considera “improcedente”
y los exconsellers Meritxell Serret, Lluís Puig, Toni Comín y Clara Ponsatí. La tesis de todos ellos es que el citado juez viene conduciendo la causa del 1-O sin respetar “su derecho a la presunción de inocencia” y con decisiones que revelan que “no es imparcial”.
Una hipotética derivación de la denuncia hubiera podido ser el apartamiento del juez Llarena de la conducción de la causa. De hecho, el juez ha sido recusado por esa supuesta falta de imparcialidad, iniciativa que él mismo rechazó por considerar que constituía un “fraude procesal”, al presentarse ahora, cuando ya se llevan seis meses de instrucción del procedimiento.
La ley orgánica del Poder Judicial prevé a su vez que un magistrado demandado por una de las partes de un proceso no pueda seguir llevándolo. Pero para ello se precisaría que la demanda tuviera algún recorrido. Y eso es lo que posiblemente vaya a evitar la decisión del juez decano de Madrid de rechazar “de plano” la tramitación de la citación remitida por la justicia belga para que Llarena acuda a Bruselas a declarar sobre las acusaciones de parcialidad que le han dirigido el expresident y los citados exconsellers.
La decisión se produce, por otra parte, después de que los jueces belgas negaran la entrega de los exmiembros del Govern –solicitada por el propio Llarena–, apreciando “defectos de forma” en la euroorden tramitada al efecto.