Una noche movida en DC
Las protestas contra la política de la Administración Trump de separar a las familias inmigrantes como medida de presión persiguieron anteayer a sus defensores en la noche de Washington. La secretaria de Seguridad Interior y rostro público de la polémica medida, Kirstjen Nielsen, cenaba tranquilamente en un restaurante mexicano de la capital federal cuando un grupo de activistas entró en el local al grito de “vergüenza, vergüenza” y la hostigaron hasta que se vio obligada a abandonar el lugar. “¿Cómo puede disfrutar una cena de comida mexicana cuando está deportando y encerrando a miles de personas que vienen en busca de asilo?”, gritó un manifestante del grupo Metro DC Democratic Socialists of America. No lejos de ahí, otros activistas más sutiles colocaron unos altavoces frente al hotel Trump para reproducir el llanto de los niños afectados, un documento conmovedor publicado por ProPublica. En el interior se celebraba una cena con el presidente Trump y otros políticos republicanos para recaudar fondos para la campaña electoral. Los asistentes pagaron hasta 250.000 dólares por cubierto.