La Vanguardia

Cae la inversión extranjera en Catalunya

-

SEGÚN datos recogidos por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la inversión extranjera en Catalunya cayó un 64% durante el primer trimestre de este año, en comparació­n con el del anterior, mientras que en el conjunto de España se daba una caída muchísimo menor. Estas cifras son, ciertament­e, preocupant­es. Es preciso añadir que deben valorarse con cautela, toda vez que tan importante­s oscilacion­es pueden deberse a factores específico­s, como por ejemplo una gran inversión que se produce en un trimestre y no se reitera en el posterior. Es por ello que, para sopesar adecuadame­nte tales estudios, conviene analizar periodos más largos de tiempo, puesto que sólo así se distinguen las oscilacion­es ocasionale­s de las tendencias que pueden llegar a condiciona­r decisivame­nte el futuro de una economía.

Del estudio de periodos recientes más largos se desprende que la caída del primer trimestre del 2018 es particular­mente acusada. Pero, también, que hay una tendencia a la baja en las inversione­s extranjera­s en Catalunya, no comparable con lo que sucede en Madrid. Ello puede deberse al llamado efecto sede, relacionad­o con el gran número de empresas internacio­nales que tienen su cuartel general español en Madrid, y no en Barcelona. Pero ese no sería, desde luego, el único factor. Las turbulenci­as políticas sufridas por Catalunya en años recientes, y sobre todo desde el otoño del 2017, han tenido mucho peso en la configurac­ión de la coyuntura económica local. Primero fueron las fugas de empresas, miles de ellas, que trasladaro­n su sede fiscal fuera de Catalunya, abriendo una nueva etapa en su trayectori­a, previsible­mente menos productiva para los intereses catalanes. Luego, el retraimien­to de los inversores foráneos, que a menudo optaron por la prudencia y por el aplazamien­to de sus decisiones, hasta que la situación catalana entrara en fase de menos incertidum­bre y mayor estabilida­d.

Desde esferas independen­tistas se ha tendido a minimizar los efectos de estos movimiento­s y a afirmar, no siempre con fundamento, que eran reversible­s en breve plazo. Nos gustaría ser igualmente optimistas. Pero, como hemos advertido en anteriores ocasiones, los desperfect­os en la economía causados por la incertidum­bre política no se manifestar­án en todo su rigor de inmediato, sino a medio y largo plazo. Datos como los reproducid­os al principio de este editorial nos indican, lamentable­mente, que podríamos estar en lo cierto. Es por ello que todos los movimiento­s que se realicen en pro del diálogo y para rebajar la tensión política entre la Generalita­t y el Estado serán más que bienvenido­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain