La Vanguardia

Ese ‘catenaccio’ de Oriente Medio

El intenso sistema defensivo de Queiroz sembró la inquietud entre los aficionado­s españoles

- SERGIO HEREDIA Barcelona

Solo empezar el partido, se oyó un comentario en la redacción del diario:

–Fijaos en la presión de los iraníes arriba... –dijo alguien.

Risas.

Salía España desde su puerta, con el balón controlado. E Irán le esperaba a medio campo, incluso más atrás. Lo hacía formando una primera línea de cuatro. Y más atrás, otra de seis.

Aquella era una declaració­n de intencione­s. Irán iba a aplicar el catenaccio, aquel invento de los austriacos que luego perfeccion­aron los italianos. Ni siquiera estaba jugando Jahanbakhs­h, el mejor hombre de los iraníes, ayer en el banquillo.

Así iba a ser el partido. Un descarado ataque y gol.

Y en la redacción, más humor ácido: –Esto es lo que aprendió Queiroz en el ManU, cuando era ayudante de sir Alex Ferguson...

Más risas.

Luego, la cosa empezaba a degenerar. España no marcaba. Y los iraníes se tiraban al suelo. Simulaban faltas. Se retorcían de dolor, como quien ha sufrido una triada en la rodilla. O como quien ha perdido un amigo muy querido. Se sacaban la pelota de encima. Perdían el tiempo.

Volaban los minutos, y entre la hinchada roja, las risas se apagaban.

Ahora cundía la irritación.

–Así no hay quien juegue –protestaba Camacho en Telecinco.

La selección española se atascaba. Tocaba y tocaba en la frontal del área, como un equipo de balonmano, y no encontraba el hueco.

Apareciero­n algunos datos estadístic­os. Irán no perdía un partido no amistoso desde hace cuatro años. Llevaba 23 encuentros invicta. En esa serie, había mantenido su portería a cero en 18 ocasiones.

–Pero no siempre juega así, como lo está haciendo esta noche –comentaba alguien.

–¿Por ejemplo?

–Por ejemplo, en su debut en este Mundial, cuando logró derrotar a Marruecos.

–Bueno, en la segunda parte no chutó a puerta ni una vez.

Dato curioso: en aquel partido, Irán se había convertido en el primer combinado que gana un partido en un Mundial sin disparar a portería durante una de las mitades. El primer combinado desde 1966.

Luego llegó aquel rebote en la rodilla de Diego Costa, el gol de España, y se apagaron los ecos. Los redactores nos concentram­os en las crónicas y le dimos la espalda al partido.

Aquello parecía resuelto para los españoles, por mucho que Queiroz pusiera a calentar a Jahanbakhs­h o que Ezatolahi marcara en fuera de juego (el VAR fue bendito para los españoles). Y este contracron­ista rebobinó al primer Mundial de su vida, Argentina’78, cuando tenía ocho años y se aprendía de memoria los grupos de la primera fase. Había dos países desconocid­os, dos que aún no había estudiado en Geografía. Eran Túnez e Irán, dos que hoy repiten en Rusia.

¿E Italia? ¿La Italia que tanto hizo por populariza­r el catenaccio? Con sus jugadores en las Maldivas, retratándo­se en Instagram...

DECLARACIÓ­N DE INTENCIONE­S

De entrada, el técnico iraní sentó en el banquillo a su estrella, Jahanbakhs­h, para montar una defensa de seis

 ?? JOHN SIBLEY / REUTERS ?? Silva trata de rematar a puerta, rodeado de defensas iraníes, anoche
JOHN SIBLEY / REUTERS Silva trata de rematar a puerta, rodeado de defensas iraníes, anoche

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain