Enemigo del alma
Rakitic y Messi, vecinos y compañeros en el Barça, se miden en un partido clave
Ivan Rakitic, acento sevillano permanente cuando habla en español, nunca le ha ahorrado un elogio a Lionel Messi. Si quedaran para tomar algo podrían hacerlo en el mismo coche o ir andando los dos juntos. Sus residencias en Castelldefels están muy próximas y en el día a día comparten vestuario en Sant Joan Despí e ilusiones en el Camp Nou. Recientemente el centrocampista radiografiaba al delantero con una frase repleta de admiración: “Si Messi jugara a tenis habría ganado 50 torneos del Grand Slam”. Pero hoy no se encontrarán con una red de por medio sino en Nizhni Nóvgorod, que se inundó el martes por lluvias torrenciales y es una ciudad que en la época soviética estuvo prohibida a los extranjeros porque era una sede donde se desarrollaban armas secretas.
Para Messi y Rakitic no hay secretos. Se conocen a la perfección. Hasta el punto de que el seleccionador croata, Zlatko Dalic, le ha pedido a su jugador que ejerza estos días de espía y de informador para que le ayude a preparar mejor el dispositivo con el que frenar al rosarino. También se ha dirigido a los madridistas Modric y Kovacic para preguntar sobre cómo se plantea los partidos ante Messi el Real Madrid. Claro que si Kovacic le tiene que explicar cómo Leo le superó en el último clásico del Bernabeu… “No marcó pero fue el mejor de Argentina ante Islandia. Ya sabemos que puede jugar por todo el ataque y más atrás. Hay que estar muy atento”, señala Kovacic.
Para los balcánicos una victoria sería prácticamente el sello para octavos de final pues ya ganaron a Nigeria. Para los argentinos un triunfo sería la vida, el oxígeno y un gran impulso tras el decepcionante empate ante Islandia.
Se juega más por historia y por clasificación la albicelste pero delante tendrá un conjunto talentoso que se mueve al compás de Rakitic y de Modric, auténticos jerarcas del centro del campo, esa zona donde Argentina presenta unos déficits tremendos de clarividencia.
Rakitic estuvo varias temporadas, las tres de Luis Enrique, ejerciendo de guardaespaldas de Messi, que partía de la banda y se iba al centro mientras el croata corría y corría arriba y abajo para hacerle la cobertura, atenderle y generarle un hábitat más cómodo. Lo que daría esta noche Leo por tener a Ivan en su equipo. “Tenemos que disfrutar todos de Messi. Es el mejor de la historia. Cuando no esté no habrá otro como él. Le deseo suerte pero después de jugar con nosotros. Hemos venido a hacer grandes cosas al Mundial pero a Argentina la sigo viendo como favorita, y ahora que está en una situación complicada, más. Si normalmente el partido ya hubiera sido difícil, ahora todavía lo será más, porque necesitan vencer para recuperar terreno y los puntos perdidos para no complicarse la clasificación”, explica el barcelonista, que pide respeto para el rival. “Parece que hay quien ha olvidado que son los actuales subcampeones del mundo”.
En los últimos días, en su concentración de Bronnitsy, en la zona del gran Moscú, Jorge Sampaoli, inquieto como siempre y como nunca, ha diseñado un cambio de sistema. Ahora Argentina se dispone a jugar con un 3-5-2 para poblar la zona ancha y tratar de discutir el balón a Croacia. Mercado, Pavón y Acuña entrarían por Rojo, Biglia y Di María. Puede salir mejor o convertirse en un auténtico galimatías…
En todo caso es un nuevo intento de arropar a Messi porque cuando Leo tose Argentina enferma. “Estamos todos con él. Que haya fallado un penalti no significa nada”, dice Dybala, a quien le espera de nuevo el banquillo. “Gracias a los goles de Messi estamos en el Mundial”, recuerda Ansaldi. Aunque el más elocuente es, cómo no, el analista Jorge Valdano. “Leo estuvo más que decente el primer día. Estuvo siempre perseguido por cinco o seis islandeses. Hay fotos que parecen la caza de un ciervo. El problema es el equipo. No está estructurado y le falta ritmo”.
Pues más vale que lo encuentre hoy porque Croacia es un rival de armas tomar. Y de armas saben mucho en Nizhni.