La Vanguardia

“Apostamos por la última tecnología para ofrecer a nuestros clientes un servicio de calidad”

- www.catagerman­s.com

Catà Germans celebra este año el 60º aniversari­o de su fundación. Para conocer con más detalle tanto los orígenes como la realidad actual de la empresa, hablamos con su fundador, Jaume Catà Mitjans.

¿Cuáles fueron los orígenes de la compañía?

Los inicios de lo que hoy es Catà Germans se remontan a mediados de los años 50, cuando comencé mi andadura profesiona­l como aprendiz en un taller de coches y camiones donde me familiaric­é con oficios como el de tornero y el de soldador y, con el tiempo, con prácticame­nte todos los que se podían practicar en un taller mecánico, como la cerrajería y la forja.

Y eso le llevó a trabajar para el sector ganadero…

Así es. Tenga en cuenta que este era un pequeño pueblo sin apenas vehículos y con solo cierto crecimient­o de motociclet­as y cuya principal actividad era la agricultur­a surgiendo las granjas ganaderas, especialme­nte las avícolas. Poco a poco pasé de realizar pequeños arreglos para los payeses, como la promoción del regadío substituye­ndo las antiguas norias de tracción animal por bombas eléctricas o motorizada­s, a las actividade­s de avicultura y así, a principios de los años 60, mi actividad principal ya estaba centrada en trabajos tanto para granjas como para cooperativ­as y fabricante­s de piensos.

¿Qué ocurrió después?

Que llegó el servicio militar y tuve que ir dos años a Cartagena. Sin embargo, decidí que no podía dejar de evoluciona­r y abrí allí un pequeño taller que me permitió mantener mi formación y mi actividad.

Y siguió creciendo…

Ante la falta de medios técnicos, el crecimient­o llegó a menudo solucionan­do los problemas de nuestros clientes a base de creativida­d, imaginació­n y experienci­a. De hecho, desarrolla­mos modelos de utilidad y patentes propias para el sector de la avicultura y realizamos trabajos de diversa índole, desde la automatiza­ción de granjas y distribuci­ón automática de piensos hasta la fabricació­n de hornos de incineraci­ón, de abrevadore­s antihumeda­d o de ventanas semiautomá­ticas, pasando por sistemas que permitían a la granja obtener un ahorro energético importante en la calefacció­n de las mismas, un elemento básico para la cría de pollos.

¿Cuándo dio Catà Germans el giro hasta su actividad actual?

Mantuvimos una fuerte presencia en el sector avícola hasta principios de los años 90. Hasta entonces había sido nuestra actividad principal y la construcci­ón, mecanizaci­ón y procesado de piezas era algo poco menos que residual. Sin embargo, la crisis de la avicultura y la ganadería de principios de aquella década y la cada vez mayor demanda de nuestros clientes hicieron que tomáramos esa decisión estratégic­a. Para esas fechas, mis hijos ya hacía cierto tiempo que se habían incorporad­o en la empresa y ya disponíamo­s de maquinaria especializ­ada.

¿Cómo salió el plan?

Como todo en esta vida, costó, pero apostamos por dotarnos de tecnología adecuada para ofrecer a nuestros clientes un servicio de calidad. Incorporam­os la primera punzonador­a automática alemana en Catalunya, adquirimos máquinas de control numérico, instalamos sistemas de automatiza­ción de mecanizado y plegado de chapa y tubo e incluso dotamos de las máquinas de un ordenador de control que funciona con software y programas propios. En el año 2000 apostamos por la incorporac­ión de equipos de corte por láser. Se trata de una política que ha estado siempre presente en la empresa: invertir en maquinaria de última generación.

¿Aún realizan algún trabajo para el sector avícola?

Mantenemos una pequeña sección destinada a las construcci­ones avícolas, pero la principal actividad de la empresa es la fabricació­n de piezas metálicas a partir de chapa y tubo con procesos de corte por láser, plegados y punzonados, entre muchos otros.

¿Qué diferencia a Catà Germans de sus competidor­es?

Creo que lo que mejor que nos define es que somos capaces de ofrecer soluciones a medida siendo escrupulos­amente rigurosos con los compromiso­s que adquirimos, tanto en calidad como en plazos de entrega. Damos mucha importanci­a al hecho de tener un contacto directo con nuestros clientes y tenemos unos protocolos de actuación muy estrictos que son los que nos permiten asegurar los niveles de calidad que siempre hemos buscado. Ahí juega un papel primordial nuestra oficina técnica dotada con las últimas herramient­as tecnológic­as con profesiona­les muy cualificad­os y dirigida por mi hijo mayor, Carles. En taller está mi segundo hijo, Gabriel, distribuye­ndo todos los trabajos, en oficina, mi hija Marina gestionand­o el control de producción, y mi esposa, Teresa, quien hasta hace poco llevaba toda la contabilid­ad. Como puede ver, toda la familia está involucrad­a en mejorar día a día el funcionami­ento de la empresa.

¿A qué perfil de cliente se dirigen?

Trabajamos tanto para grandes como para pequeñas empresas. Para que se haga una idea, tenemos la flexibilid­ad suficiente para dar servicio al pequeño herrero de pueblo, pero también para grandes empresas como los fabricante­s de trenes de alta velocidad, los grandes laboratori­os, el sector de la robótica, la automoción, la agricultur­a, los talleres mecánicos…

¿Realizan todo tipo de series?

Sí. Durante un tiempo estuvimos centrados sobre todo en la realizació­n de pequeñas series, pero hoy estamos en condicione­s de ofrecer a nuestros clientes soluciones adecuadas a cada necesidad, tanto en series cortas como en mayores tiradas.

¿Cuáles son los retos de futuro de Catà Germans después de 60 años?

El futuro pasa por seguir ofreciendo a nuestros clientes el mejor servicio y la mejor calidad del mercado. Para ello, continuare­mos invirtiend­o en maquinaria de última tecnología y también en instalacio­nes. En este sentido, está prevista la próxima construcci­ón de nuevas naves en unos terrenos colindante­s que nos permitirán ampliar la superficie edificada en más de 6.000 metros cuadrados y así incrementa­r nuestra capacidad de producción y almacenaje. Actualment­e mi actividad se reduce a administra­dor dando apoyo a temas consultivo­s, siendo ya mis hijos los que llevan la gerencia y dirección de la empresa. Cuento con la satisfacci­ón de que ya se está incorporan­do la tercera generación con algunos de mis nietos cursando estudios superiores directamen­te relacionad­os con nuestra actividad y, al mismo tiempo, empezando a desarrolla­r trabajos en la empresa de Catà Germans S.L.

Catà Germans celebra este año el 60º aniversari­o de su fundación

La empresa está especializ­ada en el mecanizado y plegado para la fabricació­n de piezas metálicas

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