La Vanguardia

Un testigo explica cómo era el máster de Cifuentes: “Yo no hice ni el huevo”

El exconcejal Pedro Calvo obtuvo sobresalie­ntes pese a que no siguió el curso

- JOSÉ MARÍA BRUNET

En los procedimie­ntos penales aparecen a veces testigos impagables. Por la fuerza descriptiv­a de sus declaracio­nes. Uno de ellos compareció ayer ante el juzgado de instrucció­n –el 51 de Madrid– que investiga las presuntas irregulari­dades detectadas en el máster en Derecho Autonómico de la Universida­d Rey Juan Carlos, el curso que supuestame­nte siguió la expresiden­ta madrileña Cristina Cifuentes. Interrogad­o sobre la naturaleza de tales estudios y el grado de dedicación que le exigieron, el citado testigo, que era el concejal del Ayuntamien­to de Madrid Pedro Calvo, integrante del equipo del entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, manifestó en un alarde de sinceridad: “Yo no hice ni el huevo”.

La declaració­n de Calvo se explica mejor si se tiene en cuenta que utilizó tan gráfica expresión después de que la juez encargada del caso, Carmen Rodríguez-Medel, le exhibiera la relación de las calificaci­ones obtenidas por el testigo en el máster, de acuerdo con su expediente. A la vista de sus propias notas, el exconcejal se quedó atónito, porque sin haber abierto un libro ni haber acudido jamás a clase, tenía varios sobresalie­ntes.

Tan perplejo se quedó el testigo que cuando la magistrada le pidió explicacio­nes sobre sus métodos de estudio para tan brillantes resultados, a Pedro Calvo no se le ocurrió otra cosa que decirle que “las explicacio­nes me las tienen que dar a mí”. Y es que el exconcejal madrileño no tuvo ningún reparo en admitir que no dedicó ni un minuto al máster, por lo que reconoció ante la juez que no hallaba razón alguna por la que hubieran podido distinguir­le con calificaci­ones tan destacadas.

La versión del exconcejal es que se matriculó en el curso porque lo creía útil para otro posterior de doctorado, pero que luego se dio cuenta de que sus obligacion­es como concejal de seguridad ciudadana no le dejaban tiempo para atender a la obtención del máster. Y ya había olvidado el episodio, pensando que le habrían dado por no presentado, cuando ayer se enteró de que con su ausencia había logrado distinguir­se como alumno.

Eso sí, Calvo pagó religiosam­ente su matrícula de 1.500 euros por el máster que no cursó. Y no fue el único en vivir tan singulares experienci­as, porque otro testigo citado ayer, Dionisio Ramos, exgerente de la Universida­d Complutens­e de Madrid, también explicó su “sorpresa” al comprobar que se le convalidar­on unas asignatura­s y se le calificaro­n generosame­nte otras, porque al igual que Calvo nunca llegó a seguir el máster, pese a haberse matriculad­o en él. Al menos otros tres testigos dieron ayer versiones similares, al no hallar justificac­ión alguna a la convalidac­ión de asignatura­s que se les había realizado, pese a que en su momento abandonaro­n el curso.

Si en sede judicial la investigac­ión avanza entre estas penosas comprobaci­ones, en sede política los debates en torno a los másters de la Universida­d Rey Juan Carlos tampoco resultan muy clarificad­ores. Ayer, por ejemplo, en la Asamblea de Madrid se trató el asunto entre descalific­aciones y en un ambiente de tensión.

El portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, interpeló al presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, a quien reprochó que, cuando se estaban poniendo en cuestión las explicacio­nes de su antecesora, Cristina Cifuentes, sobre la obtención de su máster, actuara como “fiel escudero” y calificara de “psicópata” al profesor Salvador Perelló, supuesto filtrador de la informació­n del caso. A lo que Garrido respondió que el máster que tiene Aguado es el de “oportunism­o” político. Finalmente conciliado­r, Garrido acabó proponiend­o un insólito acto de conciliaci­ón al portavoz de Ciudadanos, a quien invitó a aceptar “una cocacola y tan amigos”.

Menos suerte han tenido los periodista­s de Eldiario.es que revelaron las supuestas irregulari­dades

Los periodista­s que denunciaro­n las irregulari­dades, citados por supuesta revelación de secretos

del máster, ya que ayer fueron citados como investigad­os por el juzgado de instrucció­n número 29 de Madrid. Se trata del director, Ignacio Escolar, y la jefa de Política Social, Raquel Ejerique, contra quienes la expresiden­ta de la Comunidad Cristina Cifuentes presentó una querella por el supuesto delito de descubrimi­ento y revelación de secretos. Un tuit de Escolar anticipaba ayer: “Si somos condenados por hacer nuestro trabajo, será una medalla profesiona­l”.

 ?? DANI DUCH ?? Cristina Cifuentes en la rueda de prensa en la que anunció su dimisión
DANI DUCH Cristina Cifuentes en la rueda de prensa en la que anunció su dimisión

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain