Una de cada cinco personas vive en condiciones de pobreza en España
Una de cada cinco personas, el 21,6% de la población española, vive con menos de 8.522 euros al año, lo que la sitúa por debajo del umbral de pobreza, el indicador que determina quienes son pobres en relación a sus conciudadanos. Según la última encuesta de Condiciones de Vida que ayer difundió el Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de población en riesgo de pobreza se redujo en el 2016 ligeramente respecto al 2017 (cuando era del 22,3%), si bien aumentó 1,8 puntos para los mayores de 65 años debido a la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido las pensiones.
Hay que tener en cuenta que el umbral de riesgo de pobreza es un indicador relativo que no mide la pobreza absoluta sino que se fija en el 60% de la mediana de los ingresos medios por persona, de modo que aumenta o disminuye en función de si suben o bajan los ingresos del conjunto de los españoles. Y en el 2016 el ingreso medio por persona alcanzó los 11.074 euros, un 3,4% más que un año antes, de modo que el umbral que determina quienes viven en condiciones de pobreza relativa también subió, y un mayor número de pensionistas quedó por debajo de ese límite.
No obstante, la población mayor de 65 años sigue siendo la que mantiene menor tasa de riesgo de pobreza (8,9%) porque en el cálculo de los ingresos se computa la vivienda en propiedad, y muchos jubilados son dueños del piso donde viven. La tasa más alta se registra entre los menores de 16 años (28,3%).
La encuesta de Condiciones de Vida muestra también una mejora del 3,1% en los ingresos medios de los hogares, que se situaron en los 27.558 euros anuales. Pero a pesar de esta mejoría, el 37% de las familias decía en el 2017 que sus recursos no le permitían afrontar gastos imprevistos, el 34% aseguraba no tener medios para salir de vacaciones ni una semana al año, el 9,3% manifestaba tener muchas dificultades para llegar a fin de mes, y el 7% reconocía haberse retrasado en el pago de los recibos de la hipoteca, el alquiler, la luz, el gas o la comunidad. Atendiendo a estas y otras carencias, así como a la situación laboral y la tasa de pobreza, el INE calcula la tasa Arope, que da idea del riesgo de exclusión social, y que en el 2017 se redujo en todos su componentes. Con todo, sus resultados muestran que el 5,1% de la población está en una situación de carencia material severa y casi un 13% no tiene empleo o trabaja menos del 20% de su potencial. Y cuando se cruzan todas estas situaciones de vulnerabilidad, el resultado es que existe un 1,7% de población que está en riesgo de pobreza, con baja intensidad en el empleo y padece carencias materiales severas.