Salut establece controles de ansiedad y depresión a todas las embarazadas
El nuevo protocolo de gestantes incluye pruebas de ADN fetal para evitar amniocentesis
El control del embarazo en Catalunya incluirá a partir de ahora un pequeño test de cuatro preguntas para detectar desde el primer momento síntomas de ansiedad y depresión, dos de los problemas de salud mental que con mayor frecuencia aparecen durante ese periodo de la vida, casi siempre infravalorados y de gran impacto en la maternidad. Todos los profesionales implicados en la vigilancia de la gestación se ocuparán no solo de la buena marcha fisiológica de la mujer y su feto: por primera vez atenderán sistemáticamente esos otros problemas, absolutamente invisibles en las rutinas clínicas.
El departament de Salut cuenta ya con un nuevo protocolo de seguimiento del embarazo en el que han participado 180 profesionales de todas las áreas implicadas en la gestación y el parto. A través de esa guía intentan impulsar un cambio que ya han realizado en Reino Unido, Francia, Holanda, Alemania o Australia, pero que está apenas apuntado en los países mediterráneos. Es un modelo aún muy incipiente en Catalunya y, de momento, inexistente en el conjunto de España.
Pero la realidad es que una de cada cuatro mujeres sufre algún problema de salud mental agravado, causado o impulsado por el propio embarazo y el parto, un cóctel hormonal que provoca una gran vulnerabilidad. La depresión posparto afecta a una de cada diez mujeres que dan a luz. Y a una de cada mil la psicosis posparto, que llena la cabeza de voces y que de repente convierte a esa mujer en una extraña para sí misma. Una pesadilla de la que a veces se despierta atada a la cama de un centro psiquiátrico.
“Además de detectar los problemas existentes y lo que el embarazo y el nacimiento de un bebé pueden añadir a una persona con una enfermedad previa o que se descompensa, incluir la salud mental en el cuidado integral del embarazo nos permitirá conocer y recoger factores de riesgo que ahora tenemos poco en cuenta y nos obligará a ofrecer el siguiente paso: el tratamiento adecuado”, explica la principal promotora de esta faceta del protocolo, la psiquiatra de Maternitat Lluïsa García-Esteve, responsable del primer hospital de día de salud mental perinatal que incluye a la madre y el bebé. “Contamos ya con tres equipos de salud mental perinatal en Catalunya y habrá que crecer. El siguiente paso es lograr alguna unidad de ingreso psiquiátrico que incluya al bebé y tenga en cuenta la lactancia y la especial situación en que se encuentra esa paciente. Para no obligarle a una separación de enorme impacto en su vida y su salud”, señala la psiquiatra.
El nuevo protocolo para atender el embarazo incluye una nueva prueba que mide el ADN fetal en la sangre de la madre en las primeras 10 semanas de gestación. “Esta prueba sólo se usará en personas con riesgo, pero nos evitará muchas más amniocentesis y biopsias de corion, pruebas muy invasivas para detectar síndrome de Down, de Patau o de Edwards, las anomalías cromosómicas más frecuentes”, explica
OBESIDAD, TABACO Y ALCOHOL La vigilancia de la diabetes será más amplia y también para las adicciones
Carmen Cabezas, subdirectora de Salut Pública y coordinadora del nuevo protocolo. La prueba sanguínea que se hace actualmente da una certeza de casi el 90%, “pero la nueva amplía al 99% y eso supone una gran seguridad en los casos negativos. En los que den positivo, se tendrá que confirmar con las pruebas invasivas, pero la decisión de los padres sobre la continuidad o no del embarazo se podrá tomar mucho antes, evitando mucho sufrimiento”, señala Cabezas.
También se incluirán nuevos controles de diabetes en embarazadas con antecedentes familiares y con obesidad. Se incrementa la atención sobre el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas. Se añade un control del virus del zika en personas viajeras y se deja en cambio de hacer la prueba de anticuerpos de la toxoplasmosis “porque no hay evidencia de que haya beneficiado a la salud del embrión, más allá de lo que supone la recomendación de no comer alimentos crudos durante la gestación”.
La intervención sanitaria de prevención empezará un poco antes, en torno a la semana 10. En términos generales se pretende hacer sólo pruebas que sean imprescindibles: mejor tres ecografías que cuatro.