Menos hijos, madres mayores, más cesáreas, menos peso
La tendencia de la atención en el embarazo y el parto es procurar la mínima intervención médica y que todo el proceso sea lo más cercano posible a un hecho fisiológico natural. De ahí que el nuevo protocolo proponga que en las revisiones se incluya preguntar y respetar las preferencias de las madres –y sus parejas en su caso– sobre dónde quieren estar durante el proceso, con quién, cómo hacer la dilatación, si prefieren estar móviles o quietas, si quieren llevar los sensores puestos para monitorizar el feto, si quieren alivio del dolor y de qué tipo... La paradoja de toda esta declaración de respeto protocolizado es que casi el 40% de los partos los protagonizan mujeres de más de 34 años. Y que cada año crece el número de gestaciones múltiples y con mayores complicaciones (el 5,6% del total). La edad es sin duda una de las razones por las que, a pesar de las recomendaciones generales, cada año el 30% de los bebés nacen por cesárea. Otro dato que indica hasta qué punto la edad avanzada para tener hijos está cambiando la realidad de los nacimientos es que el 7,6% de los recién nacidos tenían en el 2016 bajo peso al nacer (la OMS recomienda un máximo del 5%). Es un indicador de problemas de todo tipo durante la gestación, entre ellos la preeclampsia que causa buena parte de los nacimientos antes de plazo.
Así que junto al empeño de un mayor respeto y de evitar la exagerada medicalización del parto, una buena parte de las mujeres que hoy dan a luz en Catalunya necesitan mucha intervención profesional. Ellas y sus hijos, a veces antes del embarazo, durante y tras el nacimiento. Madres mayores y desde luego menos niños. El 20% menos en los últimos 10 años.
La buena noticia, según datos de Salut, es que la inmensa mayoría mujeres consigue dar el pecho a su bebé (90% de lactancia materna). Y que el consumo de tabaco durante el embarazo ha disminuido drásticamente, y si durante el embarazo es del 22,5%, después del parto se queda en el 12,4%. También hay menos embarazos entre chicas adolescentes: si en el 2013 suponían el 22,8% del total de gestaciones, en el 2016 han bajado el 16,7%.