Italia nombra dos euroescépticos en el Parlamento y desestabiliza el mercado
El fantasma de la ópera italiana vuelve a sobrevalorar los mercados. La rentabilidad de los bonos del Tesoro de Italia se disparó ayer después de que dos euroescépticos declarados consiguieron la presidencia de las dos comisiones económicas en el Senado y en la Cámara de Diputados, volviendo a encender las alarmas sobre el futuro de la moneda única y las finanzas de la tercera economía de la zona euro. Pese a que el ministro del Tesoro, Giovanni Tria, hiciera público su compromiso con el euro hace tan sólo unos días, la Liga Norte del derechista Matteo Salvini dio muestras ayer de su fuerza parlamentaria. El Senado eligió como presidente del comité de Finanzas a Alberto Bagnai, autor de dos libros en los que explica cómo desmantelar la Unión Monetaria. Al mismo tiempo, la Cámara de los Diputados escogió a Claudio Borghi, un asesor económico vinculado con las Liga Norte, como presidente de la comisión de Presupuesto. “El mercado entiende que esta formación política intenta seguir adelante con sus ideas anti euro”, dijo a Bloomberg Antoine Bouvet, de Mizuho International.
El bono a dos años se apreció 19 puntos base hasta el 0,78%, el nivel más alto en dos semanas, mientras que el bono a diez años ofrecía unos retornos del 2,69%, tras experimentar el mayor incremento en quince días. El diferencial con el bund alemán se situó en 234 puntos, el máximo del mes.
Para Bagnai, “este repunte demuestra que los mercados no son tan eficientes como pretenden ser. No están en condiciones de obtener informaciones correctas. Y esto es muy grave porque quiere decir que los ahorradores confían su dinero a personas que no saben hacer su trabajo”.
No obstante, la hemeroteca ofrece varios elementos que refuerzan el escepticismo de los inversores. A Bagnai se le atribuyen, por ejemplo, frases del tipo: “un desacoplamiento de Italia de la moneda única tendría el efecto colateral positivo de aliviar la carga de la deuda, porque si el italiano volviera a tener su moneda los mercados tendrían menos miedo”; “era claro que la moneda única habría provocado tensiones sociales que pondrían en peligro todo el proyecto europeo [...]. Este euro se acabará y también acabará mal, porque los políticos no quieren tomar nota de la situación”. Por su parte, según Claudio Borghi, “hay que estar preparados, porque jubilar el euro no es una opción: este sistema inevitablemente está destinado a terminar. La única duda es cuándo”. A partir de ahora, ambos estarán al mando.