El pleno de la Cambra ratifica la lista de Valls para renovar la Fira
La organización empresarial no se pronuncia sobre la candidatura de Faura
El pleno de la Cambra de Comerç de Barcelona ratificó ayer por una amplía mayoría (sólo dos votos en contra) la propuesta de su presidente Miquel Valls para renovar el consejo de administración de la Fira. No se trató sobre el candidato a presidente del consejo, pues Miquel Valls, que defiende la opción de Kim Faura, insistió en que el nombre debe ser consensuado con el Ayuntamiento de Barcelona y con la Generalitat, las otras dos instituciones que gobiernan la Fira.
La renovación consiste en la incorporación de cinco nuevos consejeros: Kim Faura (responsable de Telefónica en Catalunya); Manel Vallet (Catalonia Hotels); Helena Guardans (Sellbytel); Pau Relat (Mat Holding y Femcat), y Mar Alarcón (Social Car). Los cinco se sumarían a Luis Conde (Seeliger y Conde); Miquel Martí (Moventia); Agustí Cordón (Zeta) y Pedro Fontana (del grupo Áreas, que finaliza mandato en junio del 2019, sin posibilidad de renovar). Saldrían del consejo Carles Vilarrubí, Núria Basi, Enrique Lacalle, Enric Crous y el actual presidente Josep Lluís Bonet.
La lista fue respaldada sin apenas debate. El principal discrepante fue Ramon Vila, de Pimec (el presidente Josep González no asistió), que votó en contra como señal de protesta por lo que entiende falta de representación de las pymes en la Fira. También votó en contra Luisa Godia, del Gremio de Garajes, que argumentó motivos personales.
Superado el trámite de la Cambra, queda por superar el escollo más importante: conseguir el consenso de Ayuntamiento y Generalitat. Se necesita para la lista de consejeros –la Cambra propone pero está obligada a pactar– y sobre todo para elegir presidente. Para ello, deberá reunirse la llamada comisión institucional, donde están representadas Cambra, Ayuntamiento y Generalitat, y donde debería salir un acuerdo definitivo. Algo difícil, pues son conocidas las reticencias de la alcaldesa Ada Colau hacia la candidatura de Faura, pues prefiere una mujer.
El encuentro de la comisión institucional debería celebrarse antes del Consell General de la Fira, el órgano político que rige la institución. Se espera que Ada Colau convoque al Consell en julio, aunque ayer en la Cambra ya se especulaba con la posibilidad de que se posponga a septiembre. De hecho, el Consell debería haberse celebrado en diciembre, pero Colau lo suspendió con el argumento de que no podía reunirse sin representantes de la Generalitat y en esos momentos, en pleno 155, no había Govern en Catalunya. Colau se enfrentó entonces a Miquel Valls y a Josep Lluís Bonet, disconformes con el aplazamiento, pero la potestad de convocar al Consell General es de la alcaldesa.
Por lo que respecta a la Generalitat, se espera que la próxima semana Valls se reúna con la consellera de Empresa e Innovació, Àngels Chacón, para hablar de la Fira y también de las futuras elecciones a la Cambra. La conselleria debe aprobar todavía la normativa de las elecciones, previstas en principio para finales de año. Precisamente ayer Miquel Valls alertó en el pleno de la Cambra que la implantación del voto electrónico, como desea la Generalitat, plantea más dificultades de las esperadas. Según explicó, la regulación del voto electrónico, para que pueda ejercerse con todas las garantías de verificación, es competencia del Ministerio de Industria. Y, además, habría que convocar sendos concursos para elegir al proveedor del software y al operador de las votaciones.
El voto electrónico sería una iniciativa pionera, pues hasta la fecha ninguna cámara de comercio española lo ha utilizado. Permitiría, además, unas votaciones más democráticas y participativas, que pondría fin al farragoso sistema que ha regido hasta ahora. Pero, en la medida en que facilita la participación, al hacer más fácil el hecho de votar, también hace que los resultados sean más impredecibles. Hasta ahora, se han anunciado dos aspirantes a sustituir a Valls: el abogado Ramon Masià, y el presidente de Numintec, José María Torres. Pero se espera que aparezcan uno o dos más.
El presidente pone en duda la implantación del voto electrónico en las próximas elecciones de la Cambra