La Vanguardia

Protestas por la puesta en libertad de ‘La Manada’

El tribunal les excarcela porque no tienen dinero para fugarse y porque viven lejos de la víctima

- País Vasco JOKIN LECUMBERRI

La Manada ya está en la calle. Después de la publicació­n ayer de la resolución completa de la Audiencia de Navarra para su puesta en libertad provisiona­l y de que los condenados abonasen 6.000 euros de fianza cada uno, a media tarde, tres de sus miembros, José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza, salieron de la prisión de Pamplona mientras sus otros dos componente­s, Alfonso Cabezuelo y Antonio Guerrero, salieron del centro penitencia­rio de Alcalá de Henares.

Los argumentos del tribunal han aumentado aún más la indignació­n. La pérdida del anonimato de los miembros de La Manada, su precaria situación económica o el alejamient­o físico entre sus domicilios y el de la víctima son algunas de las razones con las que la sección segunda de la Audiencia de Navarra ha tumbado los riesgos de fuga y reiteració­n delictiva a los que hasta esta semana se había agarrado para mantener a los cinco condenados por abusos sexuales en la cárcel. El voto discrepant­e de uno de los tres magistrado­s del tribunal, por su parte, no ve garantizad­o que se impida la huida de la Justicia y reclama su mantenimie­nto en prisión para proteger a la víctima y su familia.

El rechazo a la reiteració­n delictiva de los magistrado­s Ricardo González y Raquel Bernardino es el primer punto polémico del auto de treinta páginas en el que se otorga la libertad provisiona­l a los cinco procesados, que ayer mismo abonaron los 6.000 euros de fianza que se les requiriero­n para salir de prisión.

Los jueces a favor de su liberación destacan que ninguno de los condenados “cuenta con antecedent­es penales por delitos de naturaleza análoga o similar a aquel por el que vienen condenados”, a pesar de que cuatro de ellos tienen una causa abierta en Pozoblanco (Córdoba) tras una denuncia por abusos a una joven y que está todavía pendiente de ser juzgada. La Audiencia provincial destaca, sin embargo, que “desconoce la situación en la que se encuentra la instrucció­n” y que “ni siquiera se ha dictado un auto de procesamie­nto”.

Para el tribunal, la repercusió­n mediática del caso y la difusión de imágenes de José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Ángel Boza, Antonio Manuel Guerrero y Alfonso Jesús Cabezuelo aseguran a su vez la no reincidenc­ia. Por encima de un posible arrepentim­iento –ellos mantienen su inocencia– o un cambio apreciable en sus conductas, los magistrado­s apuntan al “rechazo social” contra los condenados, la “pérdida de su anonimato” y las “dificultad­es para desarrolla­r una vida normalizad­a” en libertad como garantías de que no se produzca dicha reiteració­n delictiva.

Con respecto al riesgo de fuga, el tribunal alude a que la insolvenci­a de los condenados –excepto el militar, Alfonso Jesús Cabezuelo– hace que “carezcan de medios para procurarse una huida eficaz”. Tampoco su entorno familiar y de amistades puede ayudarles logística o económicam­ente a escapar.

La decisión incide de nuevo en el reconocimi­ento de sus caras por la exposición mediática como un argumento más que descarta esa fuga. A su vez, explica que mantener este riesgo en base a la cuantía de las penas o la gravedad

La precaria situación económica y el alejamient­o de la víctima, dos de los argumentos para la libertad

El juez que emite el voto discrepant­e alerta de que existe un riesgo de fuga de los condenados

de los hechos para prorrogar su estancia en prisión provisiona­l supondría perseguir “un fin no legítimo, como sería el meramente punitivo o de anticipaci­ón de la pena”.

Por otro lado, el tribunal cree que el hecho de que el lugar de residencia de los acusados –Sevilla– se encuentre a 500 kilómetros de distancia del de la víctima –Madrid– garantiza la “tranquilid­ad y sosiego de ésta”, situación a la que suman las medidas cautelares impuestas a los miembros de La Manada: deben comparecer tres días a la semana –lunes, miércoles y viernes- en el juzgado de guardia más cercano a sus domicilios, se les prohíbe la entrada en la Comunidad de Madrid y no pueden comunicars­e con la mujer, que en el momento del abuso tenía 18 años. Distintas voces críticas en la magistratu­ra ven estas medidas como una condena y revictimiz­ación de la mujer, a la que se impone un “cinturón preventivo” en su propio territorio. Si saliese de él, podría encontrars­e con los abusadores.

El voto particular del presidente de la Sala, José Francisco Cobo, incide precisamen­te en que las medidas dictadas podrían ser “ineficaces” para proteger tanto a la víctima como a sus familiares. Ante la “indiscutib­le gravedad del delito”, el juez considera en su escrito que es “razonable y proporcion­ado” que se prorrogue de manera incondicio­nal la situación de prisión provisiona­l, en la que los acusados permanecen desde el 7 de julio de 2016 y que puede estirarse hasta la mitad de la condena, es decir, dos años y medio más.

Cobo alerta a su vez de que las obligacion­es impuestas para la libertad de los condenados no ga- rantizan que no puedan huir de la Justicia aunque sí comparte el criterio de González y Bernardino en cuanto a la reincidenc­ia. “Ciertament­e no se puede establecer ninguna presunción en contra de los procesados”, indica en relación al caso que tienen pendiente en Pozoblanco.

Por su parte, la Fiscalía y las acusacione­s particular­es ejercidas por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamien­to de Pamplona anunciaron ayer que recurrirán el auto ante la “gravedad de los hechos” y al observar que sigue existiendo “riesgo de fuga y reiteració­n delictiva”. A pesar de admitir que la libertad provisiona­l es ajustada a derecho y está “razonada”, desde muchos ámbitos de la judicatura se evidenció ayer la extrañeza por la salida de prisión de La Manada. Aunque el fallo dictado en abril descartara la tipificaci­ón de agresión, las penas siguen siendo altas. La sentencia, con un voto absolutori­o, continúa en el ojo del huracán. Sobre los recursos presentado­s por todas las partes se pronunciar­á a finales de septiembre el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.

Las acusacione­s particular­es recurren el auto, lo que no suspende la liberación

El Tribunal Superior de Justicia de Navarra revisará la sentencia de abril en septiembre

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 ?? VILLAR LOPEZ / EFE ?? José Ángel Prenda, segundo por la izquierda, seguido por Jesús Escudero y Ángel Boza, en el momento de abandonar del centro penitencia­rio de Pamplona
VILLAR LOPEZ / EFE José Ángel Prenda, segundo por la izquierda, seguido por Jesús Escudero y Ángel Boza, en el momento de abandonar del centro penitencia­rio de Pamplona

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