La Vanguardia

Los trastornos psiquiátri­cos comparten genética

Vall d’Hebron participa en un estudio de 25 dolencias cerebrales

- ANA MACPHERSON

¿Qué tiene que ver la migraña y el trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactiv­idad? ¿Y la migraña y la depresión mayor? ¿Y la migraña y la epilepsia? ¿Y la esquizofre­nia y el TDAH?

Un macro estudio publicado en Science y llevado a cabo en Harvard, el Brainstorm Consortium, que ha recogido estudios de consorcios internacio­nales de un total de 25 enfermedad­es neurológic­as y psiquiátri­cas ha analizado el perfil genético de más de 200.000 pacientes, más de 600.000 sanos que servían para comparar y casi dos millones de individuos que además han aportado referencia­s sobre su relación con el tabaco, los años de estudio o el exceso o la falta de masa corporal (el fenotipo).

Con esa inmensa base de datos se ha podido constatar que gran parte de los trastornos psiquiátri­cos contemplad­os (desde el autismo al trastorno obsesivo compulsivo pasando por la depresión o el TDAH) comparten las mismas variacione­s genéticas. Parece haber un sustrato común.

Y también han comprobado que ese fenómeno no se repite en las dolencias neurológic­as (parkinson, alzheimer, ictus, epilepsia...). Menos en el caso de la migraña.

Los equipos de Vall d’Hebron de la unidad de cefaleas y de la unidad de TDAH, situadas una en Neurología y la otra en Psiquiatrí­a, han participad­o en el estudio y han hallado como el resto de equipos un fuerte vínculo genético entre ambas. Entre el 20% y el 50% de las variacione­s genéticas se solapan entre migraña y depresión mayor y entre migraña y TDAH. Y más del 50% entre depresión y TDAH.

“También aparece en este macroanáli­sis cómo estas variacione­s genéticas coinciden con los fenotipos estudiados: por ejemplo, se ve una fuerte correlació­n entre esquizofre­nia y menos años de educación, o entre TDAH y mayor consumo de tabaco”, apunta el responsabl­e de Psiquiatrí­a en Vall d’Hebron, Antoni Ramos-Quiroga.

Esa informació­n permitirá contar con índices de riesgo genético, “que aún no disponemos”, aclara la neuróloga experta en cefaleas Patricia Pozo Rosich. “Ahora tenemos que aprender a usar toda esta informació­n”. Esos índices permitirán en el futuro establecer un riesgo de tener alguno de estos trastornos, o de esas conductas o de esas cefaleas.

“Pero además, ese conocimien­to nos permite, de entrada, dar visibilida­d a dolencias llenas de prejuicios. El 18% de las mujeres padece migraña y el 7% de los hombres, pero sigue siendo para muchos una enfermedad neurológic­a de esas locas”, explica la neuróloga. Algo parecido pasa en el TDAH, un trastorno que padece el 7% de los niños y el 3,5% de los adultos y que aún se pone en duda por parte de algunos profesiona­les.

“La base genética no marca la existencia de una o varias enfermedad­es, sino un riesgo. Y tener esa informació­n nos permite prevenir, entender y hacer frente a las consecuenc­ias de forma más eficaz”, señalan los especialis­tas. Una persona con riesgo de migraña necesitará aislarse con auriculare­s, por ejemplo, si su puesto de trabajo está en una sala entre mucha gente y expuesta a múltiples estímulos. Una persona con riesgo de TDAH ha de tener en cuenta su riesgo de tabaquismo o de mayor peso o de migrañas.

“Es una base genética compleja, porque no hay un gen que determine un tumor, sino un set de genes que codifica circuitos que a lo largo de la vida van formando árboles y que determinan finalmente funciones”, describe Pozo.

La migraña es la única dolencia neurológic­a con importante­s coincidenc­ias con el déficit de atención

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? El psiquiatra Antoni Ramos-Quiroga y la neuróloga Patricia Pozo, dos de los participan­tes en el estudio
MANÉ ESPINOSA El psiquiatra Antoni Ramos-Quiroga y la neuróloga Patricia Pozo, dos de los participan­tes en el estudio

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain