Consejos dietéticos para afrontar el verano
Parece que el calor hace ya acto de presencia y vale la pena que nuestra dieta lo tenga en cuenta. No hay una dieta ideal de verano, pero sí hay aspectos que es importante recordar. De entrada, que el calor apriete hace que nuestro cuerpo necesite menos energía, lo que quiere decir que hay que comer menos. Justo al revés de lo que pasa con la bebida, cuyos requerimientos aumenta en verano. También recordar que las bebidas azucaradas hidratan menos que las no azucaradas y que la temperatura ideal de hidratación son unos 15 º. Otro aspecto remarcable es que el calor no favorece la digestión. Cuando hace calor el organismo pone en marcha mecanismos como las sudoración o la perspiración y esto hace, entre otras cosas, que el flujo sanguíneo en el aparato digestivo sea menor. Comer una paella a pleno sol no es lo más recomendable. De la misma manera, el alcohol aumenta la diuresis y por tanto la deshidratación. Y que el calor hace que nuestra tensión arterial disminuya y que es más que posible que los cafés y bebidas con cafeína nos apetezcan más que nunca. O que el sol puede causar problemas de fotosensibilidad con medicamentos que tomamos normalmente todo el año. En fin, que el verano tiene sus cosas.