Unidos por una pasión
Jordi Basté
En la desesperanza argentina, el fútbol es lo único que nos queda. “Es cuando podemos decir: soy alguien”, comenta Omar, nacido en Buenos Aires, que desde hace poco más de una década vive en Barcelona. Como Diego. Como Marcelo. Les unió el corralito.
“Nosotros no vemos un partido de fútbol igual que ustedes”, dice Diego, con la albiceleste puesta. “Lo vivimos con más sentimiento”, afirma Marcelo, el presidente de Apyfab (Asociación de Peñas y Filiales Argentinas en Barcelona), que agrupa a seguidores de doce equipos de fútbol de aquel país que viven aquí. Están vacíos, tristes, con la goleada que les endosó Croacia el jueves. Les cuento que me encanta el surtido de improperios que los argentinos tienen en el diccionario. “Los futbolistas hacen méritos para insultarlos”, dicen.
Estamos de tertulia, debatiendo sobre la selección de Sampaoli. “Les regalamos el primer gol – afirma Diego–. Perdimos con el error de Willy (Caballero) pero luego el croata la tiene que meter porque esa pelota le cae a Higuaín y la envía a la madre que lo parió”. Añade Marcelo: “A mi hijo de 28 años le digo que esta es otra Argentina. Yo he visto ganar dos Mundiales y era otra filosofía. Jamás vi un equipo como este”. Y Omar abre un debate doloroso. “El ADN no es argentino, es europeo. Maradona nos representaba. Fue futbolista antes que millonario. Al revés que estos. Se rompía la cara por el resto.”
“¿Y Messi?”, pregunto. Responde Omar, un comercial que vive en Horta: “Leo es argentino de una manera europea”. Añade Diego, diseñador gráfico: “Messi es el mejor futbolista del mundo pero no el mejor líder. Lo era Maradona, que gritaba, animaba a todos”. Reprende Omar: “Maradona nunca hubiera bajado la cabeza escuchando el himno como hizo Messi”. Diego saca el móvil y muestra cuando Leo se rasca la cabeza al sonar el himno contra Croacia. “Cuando lo vimos, todos pensamos: ‘Ya estamos en el horno, fritos’”. Nigeria gana a Islandia 2-0 y, pese a ello, los argentinos no tienen esperanza en ganar el Mundial. “Un 3 %”, según Omar. “Un 1%”, dice Diego. “Cero”, asegura Marcelo. A pesar de todo, la Apyfab y Filial Argentina han quedado el martes en la tasca Ovella Negra para ver si suena la flauta contra Nigeria.
Diego, Marcelo y Omar, tres argentinos en Catalunya, tienen pocas esperanzas en el Mundial