LA REVOLUCIÓN CÓSMICA
Los cambios cuestan, descolocan, pero en ellos muchas veces se encuentra escondida la evolución; aquella que lo volverá a ordenar todo desde otra perspectiva. Nuestro progreso está sujeto a una diversidad de factores, algunos tan desconocidos como la posición de los astros. Hay una correlación positiva entre la mutabilidad del cosmos, sus energías, y el desarrollo del planeta y el ser humano.
Me acuerdo de mi admirada Carmen Valiño, amiga y gran experta en influencia cósmica. Ella siempre me explica que la magia galáctica nos afecta en determinados momentos del año y, la verdad, que el universo en estos momentos debe estar algo trastocado. No hay más que mirar a nuestro alrededor y observar el vaivén político, social y el bamboleo constante que está viendo la industria de la moda a nivel internacional. Hace unas semanas, mientras sobrevolaba el Atlántico, España sufría una transmutación nacional; un nuevo presidente en cuestión de horas, la dimisión inesperada de Zidane y Fernando Hierro nombrado seleccionador in extremis a horas del inicio del Mundial.
El cosmos de la moda también vive, desde hace unos años, una auténtica revolución. Firmas consolidadas que confían su dirección a talentos anónimos con el fin de rejuvenecer casas estancadas en el ayer y sobrevivir en una era en la que los números gobiernan y las ventas deciden quiénes se quedan y quiénes estarán sólo de paso. La metamorfosis de la industria tiene que enfrentarse a la presión desmedida de grupos tan poderosos como Kering, LVMH… sin renunciar a un cambio que puede suponer un nuevo inicio, tal y como le ocurrió a Alessandro Michele, que consiguió doblar la facturación de Gucci.
Precisamente Kering anunciaba hace unos días la destitución del alemán Tomas Meier que, tras 17 años al mando de una impoluta dirección creativa de Bottega Veneta, dejaba su silla a Daniel Lee, un joven británico de 32 años formado en diseño de moda por la Central Saint Martin’s y recién aterrizado del prêt-à-porter de Céline. Un desafío a la frescura
La moda es un Trivial en el que la industria mueve ficha constantemente con el fin de reinventarse
y modernidad manteniendo la sofisticación y artesanía; códigos identificativos de la marca.
El galo Hedi Slimane, tomaba la gerencia de Céline tras años de innovación en Dior hombre. Tras ser capaz de reinventar la moda masculina y promover la estética rockera en Saint Laurent, su nueva etapa se basará en su constante revolución. Con la misma intensidad ha tomado tierra en Louis Vuitton, Paul Surridge, nuevo diseñador de la línea de hombre, y Riccardo Tisci llega a Burberry tras doce años de éxito en la Maison Givenchy.
La moda es un Trivial en el que la industria mueve ficha constantemente con el fin de reinventarse ya sea, o no, con la influencia cósmica.